Hoy en día cobra mayor relevancia la participación ciudadana, las personas tenemos la libertad de expresarnos con sentido crítico, propositivo y en un ejercicio donde todas y todos contamos, englobando a los diversos sectores de la población, pero para ello es fundamental que se cuente con el debido acceso a la información, y esto se consigue a través de la trasparencia que mantienen las instituciones y las personas que nos representan.
Para poder involucrarnos en los asuntos públicos, es indispensable abrir espacios donde la deliberación y el intercambio de opiniones sea primordial; enfocarnos en promover una cultura de debate, tarea de las instituciones con la ciudadanía con el propósito de que, para la toma de decisiones, se vele por la colectividad.
Por esta razón, es importante conocer y revelar los datos que señala el Informe País 2020, El Curso de la Democracia en México, conocido como el instrumento que contribuye a mejorar el entendimiento de la realidad social y fomenta acciones más certeras para elevar la calidad de la democracia en su dimensión más robusta e integral.
En tal aspecto el Informe destaca que, los problemas que la ciudadanía percibe como los más apremiantes son entre otros: corrupción 55%, pobreza 53%, inseguridad y delincuencia 50%, desempleo 50% y el mal desempeño gubernamental 25 por ciento.
Además, se acentúa la continuidad en la percepción ciudadana sobre la falta de legalidad y el respeto al Estado de Derecho como garante de los derechos civiles; y respecto a las figuras que mejor representan a la ciudadanía enfatiza en primer lugar, al Presidente de la República con 26%, lo que significa que, una de cada cuatro personas se siente representada por el titular del Poder Ejecutivo; similar a lo que representa el alcalde o alcaldesa con un 21%, y para las diputaciones tanto locales como federales solo alcanzan el 3% y el 5% respectivamente, niveles preocupantes dado que son quienes representan formalmente a la ciudadanía. Bajo esta línea la percepción que se tiene al momento de legislar, un 33% piensa que se hace tomando en cuenta los intereses de los partidos políticos, el 30% aparecen los intereses particulares de las y los legisladores y muy lejos están los intereses de la población solo con un 16%.
Con relación a las instituciones públicas y sociales, prevalece el nivel de confianza que alcanzan las universidades públicas con el 70%; respecto a las fuerzas armadas (Ejército y Marina Armada) 64%, en la Guardia Nacional 61% al INE con un 60% y luego, el Presidente de la República con el 53 por ciento.
Ahora bien, también se advierte en el documento de referencia el llamado clientelismo electoral, que resalta una alta impresión al considerar que en México se compran votos, con una respuesta del 52% como muy frecuente, y sobre la utilización de recursos públicos que sirven para favorecer a sus partidos políticos con un 46%, consideró que muy frecuente.
Por tanto, se tiene una visión de lo que expresa la ciudadanía y que mantiene una estrecha relación con la democracia al reflejar sus preferencias, intereses, preocupaciones y descontentos que al final, se manifiesta en quienes nos representan y en la toma de decisiones por ello, se debe reconocer que la participación ciudadana es una responsabilidad de todas las personas para la solución y atención de problemas colectivos hasta alcanzar, el reconocimiento y ejercicio pleno de nuestros derechos en la construcción de una sociedad plural, diversa e incluyente.
*Catedrático Universitario y Maestro en Derecho Electoral
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La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo