El pasado 9 de octubre Juan Carlos y Miguel Ángel, de 27 y 18 años de edad respectivamente, atacaron a Berenice y su novia Karen, en el domicilio de ellas.

Los presuntos responsables de los feminicidios consumado y en tentativa, trabajaban con Karen, y conocían a su pareja Berenice. Según informó el portal Punto Norte, ambos sujetos invitaron a salir a la pareja de mujeres por lo que se vieron en la casa de las víctimas antes de salir.

Karen de 24 años de edad, llegó a su casa acompañada de dos compañeros de trabajo los primos Juan Carlos Ruiz Barajas (de 27 años) y Miguel Ángel Barajas Martínez (de 18 años); quienes la habían invitado a salir junto con su novia Berenice de 20 años de edad.

Cuando se encontraban al interior del hogar de Karen y Berenice, los hombres tomaron un cuchillo de la cocina y la primera en ser atacada fue su compañera de trabajo; la apuñalaron hasta dejarla sin vida y después se lanzaron contra Berenice a quien golpearon, ahorcaron y también lesionaron con el cuchillo, dándola por muerta.

Juan Carlos y Miguel Ángel luego de cometer el ataque, se llevaron los teléfonos celulares de sus víctimas y 100 mil pesos que la pareja tenía guardado producto de sus ahorros, según detalló Berenice horas después del ataque.

La joven que sobrevivió recordó cuando sus atacantes salieron del inmueble, como pudo llamó al número de emergencias y a su cuñada para que fuera en su auxilio. La Cruz Roja traslado de emergencia a Berenice, mientras que elementos de la Policía Municipal y Fiscalía General del Estado se apersonaron en el lugar.

A través de la localización en los teléfonos celulares de las víctimas, rastrearon a Juan Carlos y Miguel Ángel hasta un domicilio cuadras más adelante de dónde cometieron el crimen; ahí los agentes de seguridad los encontraron con los dos teléfonos celulares y dosis de metanfetamina.

Juan Carlos y Miguel Ángel, conocían a las víctimas y, por las condiciones en que se presentó la agresión, se puede sospecharse la premeditación con que los feminicidas actuaron escogiendo a la pareja, así como la alevosía y ventaja con que prepararon el arma homicida y se introdujeron en su hogar para acorralarlas, obrando en función de su lesboodio y misoginia llevados al extremo.

El 11 de octubre el juez de control Orvendilo Navarro, giró la orden de aprehensión contra los dos hombres por los delitos de Feminicidio, Homicidio calificado en grado de tentativa y robó con violencia.

El 12 de octubre se llevó a cabo la primer audiencia de imputación donde a Juan Carlos Ruiz y Miguel Ángel Baraja se les dictó como medida cautelar la prisión preventiva en el Centro de Reinserción Social “La Mesa” en Tijuana.

En lo que va de este año 2022 hasta el pasado 13 de octubre, se han cometido 1556 homicidios dolosos en Tijuana; de ese total la FGE reporta que 182 víctimas han sido mujeres.

Lesbofobia

Para las lesbianas, vivir en una cultura patriarcal, obliga a enfrentar el desprecio y violencia ejercidas por personas y grupos dominantes, en contra principalmente de las mujeres. Se deja ver el menosprecio en contra de quienes ponen en riesgo la mantención de la norma social patriarcal y heterosexual.

El desprecio al lesbianismo contiene una profunda misoginia, ya que les dificulta a estas experimentar libremente su sexualidad, al margen de la presencia y control de un hombre, podemos evidenciar que Karen y Berenice sufrirían al menos una doble opresión: por ser mujeres y por ser lesbianas.

Las lesbianas se enfrentan a un escenario donde la vida misma se torna incierta, desde su núcleo central la familia hasta la calle, la escuela, la iglesia, el trabajo. Estas experiencias de violencia atacan directamente la existencia lesbiana, toda vez que su fin último dificultar las condiciones para que las lesbianas vivan como personas legítimas, silenciando cualquier antecedente de cultura lésbica o ginocéntrica.

Podemos afirmar que la lesbofobia es un fenómeno complejo de odio, que va promoviendo discursos y prácticas de desprecio, que pueden terminar en crímenes como el ocurrido en Tijuana.

ACLARACIÓN       
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo 

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