En virtud al impulso dado a la reforma electoral promovida por parte del Presidente de México Andrés Manuel López Obrador, ésta ha despertado un singular interés de la ciudadanía y más aún de los expertos, sobre todo estando en duda el rumbo que tomará nuestra democracia, por ello la prevalencia de la pluralidad, puesto que no se puede hablar de democracia si solo predominarán decisiones unilaterales por quienes gozan de la mayoría para reformar nuestras leyes, marcar reglas y nuevas condiciones en la competencia electoral.
Es importante se sigan generando encuentros de diálogo y discusión para visualizar los diversos enfoques que trae consigo una posible reforma electoral, ante ello, el pasado 28 de junio de 2022, el Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello pidió a la Comisión de Venecia una opinión sobre diversos aspectos de las iniciativas de reforma en materia político-electoral que se han promovido.
La Comisión Europea para la Democracia por el Derecho, conocida como la Comisión de Venecia, la cual está integrada por expertos independientes de 61 países y bajo su Estatuto revisado por la Comisión Europea para la Democracia por el Derecho, debe ser un cuerpo independiente de consulta que coopere con los estados miembros del Consejo de Europa, así como con los estados no miembros interesados, organizaciones internacionales interesadas y cuerpos. Su único y específico campo de acción deben ser las garantías ofrecidas por el derecho en el servicio de la democracia, por lo cual emitió opinión sobre las diversas propuestas de reforma político-electoral en México, designando un grupo de trabajo que visitó nuestro país entre los días 21 y el 23 de septiembre del año en curso, para entrevistarse con diversos actores políticos e institucionales, así como especialistas en la materia electoral, con el propósito de fundamentar el proyecto base de la opinión, que consiste primordialmente en alertar que la reforma electoral que plantea el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador, sólo minaría la confianza ciudadana al provocar una ineficiencia en la organización de los comicios.
Ante esto, se enfatiza en el documento que, el sistema electoral puede ser mejorado siempre que se garantice la independencia y calidad de los procesos.
Primeramente es viable partir en preguntarnos cuál es la verdadera razón por la cual el Presidente de la República, su partido Morena, así como sus partidos políticos aliados impulsan una reforma electoral que antecede a uno de los comicios más significativos para nuestro país, y máxime si recordamos que desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República, comenzó una campaña sistemática de ataque a las instituciones electorales, cuando fue el Instituto Nacional Electoral el organismo encargado de preparar, vigilar, desarrollar y organizar el proceso electoral que le dio al final su victoria, conjuntamente con las elecciones posteriores, donde el partido político de Morena ha ganado sendos espacios haciéndolo, el partido mayoritario.
Ante ello, se puede analizar y entrever la intención que se tiene y es que a pesar de la intimidación a las instituciones electorales, la crítica a la legislación en la materia, y realizar acciones como la intervención de personas servidoras públicas en los procesos electorales o incluso la reducción del presupuesto a las instituciones electorales, siendo ejemplo de ello la realización de la revocación de mandato, así como las diversas situaciones ligadas que han venido a reflejar una presión y una campaña sistemática donde no se respeta la división de poderes, y más aún la intromisión en los órganos autónomos constitucionalmente.
De sentencias, determinaciones, y acuerdos emitidos por autoridades electorales que no favorecen al partido político mayoritario, han ocasionado sin duda alguna el disgusto y la inconformidad cuando se les señala que violentan las normas, tan es así que no hay forma de hacerles ver que las reglas se hacen para respetarse y cada regla tiene su razón de creación y que han ido en evolución, pero no para ir en retroceso, sino para avanzar; hay que marcar que al no cumplirse éstas, se viola el principio de legalidad, sin embargo, aquí solo vemos un discurso simplista que pretende tapar todo con la sombra de la austeridad, sin vislumbrar que si bien es cierto se pueden mejorar aspectos, más no así opacar como se fue desarrollando nuestra sistema político electoral, lo que sí debería hacerse ver, es que a toda costa estamos obligados a evitar una regresión a lo que fue la hegemonía partidista.
Preocupante es que, de darse una reforma en la materia, es que no se alcance a garantizar la equidad en las contiendas electorales, que se violente el principio de imparcialidad, con la intervención de personas servidoras públicas que valiéndose de la utilización de recursos públicos así como del cargo que ostentan y del posicionamiento que tienen frente al resto de los contendientes con el electorado, habría inequidad para competir, además de la fiscalización de los recursos a los partidos políticos, es lógico que seguirán teniendo las de ganar una y otra vez, y de ahí sumémosle que las autoridades electorales se vean comprometidas desde su ingreso, dado a la propuesta plateada en el sentido de elegirlos para ocupar espacios en los organismos autónomos constitucionalmente; por ende, con ello se afectaría totalmente la independencia para la toma de decisiones; no podemos dejar que el avance que se ha tenido vaya en retroceso, basta de buscar el simular con discursos cuando se denota la auténtica intención que hay detrás de la reforma electoral impulsada por el Presidente de la República, si consideramos si a la pluralidad en todo sentido.
Mucho esperamos quienes estamos en favor de la democracia de la definida “moratoria constitucional” planteada por los partidos políticos nacionales de Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática.
*Catedrático Universitario y Maestro en Derecho Electoral
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La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo