Después de las manifestaciones del domingo por todo el país, la mesa está puesta para la oposición y el candidato que tenga la iniciativa de liderar la campaña. Enrique de la Madrid es el más solvente y preparado, con ideas claras de la estrategia que debe seguir México para crecer de nuevo y regresar a las instituciones.
Lilly Téllez es la incendiaria, la apasionada legisladora que encontró eco con su facilidad de palabra en contra de Morena, el partido que la llevó a la senaduría. De todos los que han levantado la mano, solo ellos dos se ven con la capacidad de salir de inmediato a recoger los frutos de la movilización ciudadana.
Luis Donaldo Colosio lleva un gran nombre y la consideración de buena parte del electorado pero hasta hoy no ha mostrado que tenga la voluntad de ser presidente. Ricardo Monreal, un político curtido que pronto romperá con Morena, no tiene dónde aterrizar. Tal vez en Movimiento Ciudadano o como candidato independiente que sólo ayudaría a la oposición a ganar votos en contra de Claudia Sheinbaum, a quien le atribuye la andanada de insultos y acusaciones propinados por Layda Sansores.
La alianza opositora deberá retomar el pragmatismo con la unidad que le ayudó a rescatar las elecciones del 2021. El único indicador posible para escoger a su candidato serán encuestas confiables y estudios de opinión pública.
En una de tantas encuestas, se decía que Lilly encabeza las preferencias en Acción Nacional. Si fuera una medición exacta, resulta que en los cuadros del blanquiazul no tienen una figura con el arrastre de la sonorense. Ni Margarita Zavala, Santiago Creel o el exiliado Ricardo Anaya pueden con la imagen aguerrida de la senadora. Y eso que apenas comienzan las campañas. México está en campaña desde que el Presidente listó sus preferencias. En Morena no hay duda de que será Claudia la candidata porque así vino la señal de Palacio.
Falta saber qué va a hacer Marcelo Ebrard. Ha dicho una y otra vez que estará en la boleta. Solo que, fuera del cobijo de su partido, hace mucho frío, tanto que puede quedar congelado en el intento. A Monreal le dieron una probadita de lo que es la nevera.
Para la alianza opositora es urgente poner las reglas de juego para llegar a la candidatura. Al INE lo rebasaron en la ilegalidad las campañas de las llamadas “corcholatas”. Los taxis piratas con la promoción de Claudia nos recuerdan las viejas prácticas corporativas del PRI.
Faltan 564 días para las elecciones del 2 de junio del 2024. Son 18.5 meses. Parece mucho tiempo pero no lo es si se quiere competir de verdad con el partido mayoritario. Si Vicente Fox pudo triunfar en el 2000 fue porque comenzó su campaña desde el primer día en que tomó protesta como gobernador de Guanajuato.
Un giro de la vida también podría ser la deserción pronta de Marcelo Ebrard para hacer campaña desde la alianza opositora. ¡Jaja!, dirán muchos, pero en la lucha por el poder nada puede descartarse. Nadie imaginaba al principio del sexenio que una senadora electa bajo el color de Morena pudiera encabezar la lista de precandidatos de Acción Nacional en 2022. A Ebrard le sobran millas de vuelo en su tarjeta de presentación, y con tal de ganar, no sería extraño que la oposición lo fichara. Para que la cuña apriete…

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