A la memoria del inolvidable Tomas Brody.
Nos falta entender mejor las motivaciones de quienes marcharon el domingo y las posibles consecuencias del evento.
La principal es el temor a la posibilidad de que el presidente se apropie del árbitro electoral. En la mañanera del lunes reiteró el punto más polémico de su propuesta: cada uno de los tres poderes nominará a 20 consejeros y esa lista se llevará al voto popular. Como sabemos que domina al Ejecutivo y al Legislativo, tendría garantizada una mayoría de los consejeros que organizarán las elecciones presidenciales de 2024. Retrocederíamos a los tiempos en los cuales el presidente controlaba al árbitro electoral.
La calle confirmó lo que repiten las encuestas: una amplia mayoría valora el profesionalismo e imparcialidad demostrado por el INE en los últimos años. Influye la enorme cantidad de ciudadanos que han sido funcionarios de casilla en centenares de elecciones y se han esmerado en contar bien los votos. Solo en los comicios de 2018 participaron un millón 398,525. El INE también está presente en la obtención de la indispensable credencial de elector; 95 millones de ciudadanos la han solicitado en alguna de sus oficinas.
Otro indicador de la aprobación al INE se vio reflejado en los bandos que se enfrentaron en Twitter entre el 6 de noviembre y el domingo 13 por la noche. Los principales hashtags promarcha (#YodefiendoalIne, #MarchaINE y #MarchaPorLaDemocracia) recibieron 581,898 aprobaciones; los críticos se quedaron en 50,732 tuits (#Marchadelospendejos, #MarchaPedorra y #Marchafifi).
Las estimaciones sobre el número de participantes también están polarizadas. Oscilan entre los 10 a 12 mil del gobierno capitalino y los centenares de miles de diversas fuentes. En donde sí existe consenso es en el impacto causado por las imágenes de un Paseo de la Reforma repleto. Nadie anticipaba la cantidad de personas que saldría a las calles. Uno de los organizadores de la marcha, Amado Avendaño Villafuerte, me comenta que tenían serias dudas porque la anunciaron solo tres semanas antes, el 25 de octubre. El único día posible para llevarla a cabo era el 13 de noviembre, pues el 20 se inaugura el mundial y el 27 marchará FRENA. Y luego viene el puente Guadalupe-Reyes.
El Presidente confirmó el impacto de la caminata. En la mañanera del lunes dedicó una hora y 24 minutos a desacreditarla. Se burló porque no se atrevieron a llegar al Zócalo y descalificó a quienes armaron el “concierto fascistoide” tachándolos de conservadores, corruptos, clasistas, racistas e hipócritas. La sorpresa la dieron tres de los cuatro aspirantes a la candidatura de Morena.
Claudia Sheinbaum minimizó las manifestaciones, pero sin llegar a la virulencia retórica del presidente; Marcelo Ebrard evadió el tema en Twitter durante la última semana; Adán Augusto López recuperó buenos modales y lanzó frases hechas (“la participación de todos enriquece el debate y fortalece la democracia”); y Ricardo Monreal se desmarcó: invitó a la “reflexión serena”, calificó a la marcha como ejemplo del “México vivo” y anunció su oposición a la reforma propuesta.
Falta ver la manera en que procesan el Presidente y Morena la fractura con las clases medias. Habrá que esperar el impacto de la marcha sobre las intenciones de voto en la Zona Metropolitana de cara a las elecciones de 2023 en el Estado de México. Claudia Sheinbaum tendrá que reconsiderar los tiempos dedicados a gobernar y al proselitismo.
Los partidos opositores jugaron de manera diferente. Fueron convocantes, pero aceptaron ir al final de una marcha encabezada por jóvenes seguidos por organismos de la sociedad civil, ciudadanía, militantes de partido; hasta el final marcharon los organizadores. Un acomodo bastante sugerente porque una de las mayores exigencias ciudadanas es tener más participación en los asuntos públicos.
La principal protagonista, la ciudadanía inconforme, tendrá que decidir cómo canalizará su energía y cómo se relacionará con gobernantes y partidos. El domingo se movió el tablero electoral y se abrió un nuevo capítulo en la añeja e interminable disputa por la nación. Durante esa mañana floreció la democracia.
@sergioaguayo