Este año, los grandes estudios de cine han vuelto a poner en la palestra a dos de las más grandes figuras de la cultura pop del siglo XX: Marilyn Monroe y Elvis Presley. Es difícil encontrar a figuras más grandes que ese par en la historia de la industria del entretenimiento norteamericano.
Primero, fue “Elvis”. Película estrenada a mediados de año, dirigida por el australiano Baz Luhrmann, con Austin Buttler ejecutando una magnífica interpretación del rey del rock. Como ya lo he afirmado antes, una actuación lejos de la imitación y la parodia.
Después, con el otoño llegó “Blonde”. La dirección de esta película ovacionada en los grandes festivales de cine de Europa, es de Andrew Dominik. La actriz cubana Ana de Armas cautivó a propios y extraños con su inmejorable actuación encarnando a Marilyn Monroe.
No tengo la menor duda sobre todos los premios que obtendrá Ana de Armas por su trabajo en esa película. Tengo la certeza de que la veremos el próximo año levantando la estatuilla del Oscar a la Mejor Actriz. Qué grata sorpresa ha sido ver a la actriz caribeña convertida en una gigante de la actuación cinematográfica.
El “Elvis” de Luhrmann, me ha encantado. El ritmo de esta película es brutal; a pesar de ser de larga duración, no resulta pesada para el espectador. La narrativa de esta historia es sencilla y sin pretensiones. Nos cuentan la vida de Elvis y punto. No se inventan nada.
“Blonde”, no nos cuenta la vida de Marilyn. La película, es una adaptación de la novela homónima, escrita por Joyce Carol Oates, publicada en el año 2000. La autora del libro, presenta un Marilyn Monroe surgida de su imaginario. La versión cinematográfica es fiel a la novela, y nos da un personaje alejado biográficamente sobre la legendaria rubia de Hollywood.
Ambas figuras, Elvis y Marilyn, sufrieron los embates de la gran industria norteamericana del entretenimiento. Ambos fueron utilizados, explotados y sacrificados por un cruel sistema de estrellato. Los dos, se vieron rebasados por su lado público. Ninguno tuvo un final feliz en sus vidas.
La película de “Elvis”, es contada con absoluto respeto a ese gran personaje. En cambio, la ficticia “Blonde”, denigra en todo momento la memoria de Marilyn Monroe. Y no, no es una historia provocativa, ni libertaria, es, una narración violenta, sórdida y ofensiva.
Como espectador me hubiere gustado ver en pantalla a la Marilyn lectora voraz, que iba de “Ulises”, de James de Joyce, a la “Guerra y la paz”, de Tolstoi. Hubiere resultado significativo ver a la Marilyn pionera del activismo femenino en Hollywood.
Técnicamente, “Blonde”, es perfecta, gran fotografía, grandes actuaciones, blanco y negro, color. Pero, es una película cruel, innecesariamente cruel con una de las más grandes estrellas del cine. Prefiero el respeto expuesto en “Elvis”.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo