Kiev.- Rusia desató el lunes lo que las autoridades ucranianas catalogaron como el más reciente “ataque masivo con misiles” en todo el país, impactando casas y edificios, matando a civiles e interrumpiendo el suministro de energía eléctrica y agua potable en varias áreas —especialmente en la ciudad portuaria de Odesa, frete al Mar Negro. La fuerza aérea de Ucrania informó que derribó más de 60 de los 70 misiles disparados.
Horas antes, dos explosiones sacudieron bases aéreas en Rusia y el Ministerio de Defensa en Moscú afirmó que había derribado dos drones ucranianos que atacaban los sitios, agregando que tres militares rusos murieron por la caída de escombros y otros cuatro resultaron heridos.
Los ataques contra bases rusas en la región de Saratov, en el río Volga, y la base de Dyagilevo en la región de Ryazan, en el oeste de Rusia, aumentaron las posibilidades de una peligrosa escalada en la guerra.
Kiev no ha comentado sobre las explosiones en las bases rusas
Por su parte, el presidente ruso Vladimir Putin trató de levantar la moral de la población rusa el lunes al conducir un vehículo sobre un puente hacia Crimea que un camión bomba dañó en octubre. Crimea es una península de Ucrania que Moscú se anexó en 2014
Rusia respondió al ataque al puente disparando misiles contra objetivos de infraestructura ucranianos en las semanas siguientes, y el ataque del lunes fue tan solo la más reciente ronda de ataques de represalia. Rusia trata de malograr los suministros de energía y la infraestructura de Ucrania cuando se acerca el invierno, como parte de una nueva estrategia en su guerra de nueve meses.
Desafiante como siempre, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy elogió a sus fuerzas militares y a los técnicos que iniciaron la reparación de los daños.
“La defensa aérea derribó la mayoría de los misiles”, dijo en breves comentarios en las redes sociales. “Los ingenieros eléctricos ya han comenzado a restaurar la electricidad. Nuestro pueblo nunca se rinde”.
La fuerza aérea de Ucrania señaló que los primeros indicios mostraban que las fuerzas rusas dispararon 38 misiles de crucero desde portaaviones que se encuentran en el Mar Caspio y desde la región de Rostov, en el sur de Rusia. Otros 22 misiles de crucero Kalibr fueron disparados desde su flota en el Mar Negro y también estuvieron involucrados bombarderos de largo alcance, aviones de combate y misiles guiados, detalló.
”¡En total, más de 60 misiles de los invasores fueron derribados!” aseveró la fuerza aérea en su canal de Telegram.
El proveedor de electricidad de Ucrania, Ukrenergo, arremetió contra Rusia por “el octavo ataque masivo con misiles perpetrado por un país terrorista”, e indicó que sus instalaciones fueron impactadas, lo que ha provocado apagones. Instó a los residentes a permanecer en los refugios al tiempo que sus cuadrillas intentan reparar los daños.
En Kiev, la capital, decenas de personas saturaron rápidamente la estación de metro Zoloti Vorota después de las advertencias y muchos buscaban noticias actualizadas desde sus teléfonos. De momento se desconoce si la ciudad o la región circunvecina fueron impactadas.
Las sirenas antiaéreas sonaron en todo el país. Medios ucranianos reportaron sobre explosiones en varias partes del país al sur de Kiev, entre ellas Cherkasy, Kryvyi Rih y Odesa. De acuerdo con las autoridades, muchas partes de Odesa se han quedado sin agua, electricidad y calefacción central.
“¡El enemigo nuevamente está atacando con misiles al territorio ucraniano!”, escribió en Telegram el subsecretario de la presidencia ucraniana, Kyrylo Tymoshenko.
Tymoshenko dijo que dos personas murieron y otras tres resultaron heridas —incluyendo un niño de 22 meses— en la aldea de Novosofiyivka, en la región sur de Zaporizhzhya.
En la vecina Moldavia, el Ministerio del Interior publicó en su página de Facebook que agentes de la patrulla fronteriza habían encontrado un misil en un huerto cerca de la ciudad norteña de Briceni, cerca de Ucrania.
Servicios de emergencia, incluyendo un escuadrón antibombas, fueron enviados al lugar. También se han reforzado los controles en los alrededores, según el Ministerio. De momento no queda claro cuándo cayó el misil ni quién lo disparó.
Por otro lado en Rusia, las autoridades en la región de Saratov, junto al Río Volga, dijeron que investigaban los reportes sobre una explosión en la zona de la base aérea Engels, donde hay bombarderos estratégicos Tu-95 y Tu-160 que han participado en ataques contra Ucrania. Esos bombarderos pueden llevar armas nucleares.
El gobernador regional de Saratov, Roman Busargin, dijo que no había daños a instalaciones civiles.
Medios regionales informaron de una fuerte explosión cerca de la base de Engels y citaron a algunos residentes que dijeron haber visto un destello de luz procedente de la zona.
Cuando se le preguntó si el presidente Putin había sido informado sobre la explosión en la base de Engels, el vocero del Kremlin Dmitry Peskov dijo simplemente que el mandatario recibía información regular sobre los acontecimientos.
El recorrido de Putin por el puente sobre el estrecho de Kerch fue una señal importante de que Rusia pudo reparar el tramo rápidamente después del camión bomba del 8 de octubre que cortó un enlace clave entre Crimea y Rusia continental. El presidente también habló con los trabajadores y discutió las reparaciones con un funcionario del gobierno responsable del proyecto.
Putin había inaugurado el puente en una medida simbólica después de la anexión de Crimea en 2014.
La oficina del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy indicó que tres misiles habían impactado en su localidad natal, Kryvyi Rih, en el surcentro del país, donde mataron a un trabajador fabril e hirieron a otros tres. En la región nororiental de Járkiv, una persona murió en ataques de misiles S-300 sobre infraestructura civil en la localidad de Kupyansk.
La guerra que comenzó el 24 de febrero ha desplazado a millones de personas de sus hogares, matado y herido a un número desconocido de civiles y remecido la economía global, en especial por su efecto sobre los precios y disponibilidad de alimentos, fertilizantes y combustible, exportaciones cruciales de Ucrania y Rusia.
Varios países occidentales comenzaron a imponer el lunes un límite de precio de 60 dólares el barril al crudo ruso y vetaron algunas variedades, dentro de las nuevas medidas para aumentar la presión sobre Moscú por la guerra.
La decisión ha sido rechazada por el Kremlin y criticada por Zelenskyy, cuyo gobierno quería reducir el precio a la mitad.
El viceprimer ministro de Rusia, Alexander Novak, responsable de asuntos de energía, advirtió en comentarios televisados el domingo que Rusia no venderá su petróleo a los países que intenten emplear el tope de precio.
“Sólo venderemos petróleo y productos de petróleo a los países que trabajen con nosotros en condiciones de mercado, incluso si tenemos que reducir la producción en cierta medida”, dijo Novak.
La Unión Europea, de 27 países, también impuso un embargo al crudo ruso enviado por mar.
Rusia, el segundo productor de crudo más grande del mundo, depende de la venta de gas y petróleo para mantener su economía, ya ahogada por amplias sanciones internacionales debido a la guerra.
En las últimas semanas, Rusia ha atacado la infraestructura ucraniana, lo que incluye centrales eléctricas, y mantiene una ofensiva en el este, en especial en la ciudad de Bakhmut y sus alrededores.
Las fuerzas rusas también se han afianzado cerca de la ciudad sureña de Jersón, retomada por fuerzas ucranianas el mes pasado tras ocho meses de ocupación.
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Eduardo Castillo colaboró con este despacho desde Kiev.