Japón: 108 campanadas para recibir el 2023

Japón tiene una de las formas más particulares de recibir el 1° de enero. Los templos japoneses tienen la costumbre de hacer sonar las campanas 108 veces a medianoche. De acuerdo con la tradición budista, esta acción purifica los 108 deseos mundanos que generan sufrimiento. Luego del repique, las personas consumen el amazake, un licor caliente que sirve para sobrellevar el frío de estas épocas.

Ritual de Año Nuevo de Rusia

En Rusia se acostumbra escribir los deseos para el nuevo año en una hoja. Lo particular de esta tradición es que, luego de haber redactado todos los sueños, se debe prender fuego al papel y arrojar las cenizas en champagne. Algunos, incluso, se atreven a beber este licor con las cenizas justo a la medianoche.

La primera fiesta de Año Nuevo

En Babilonia (actual Irak) a diferencia de estos días, no se celebra en diciembre el año nuevo, sino en marzo, y coincide con el equinoccio de primavera. Otro detalle particular es que los eventos que se realizan llegan a durar 11 días.

Arrojar cubos de hielo en Puerto Rico para despedir el año

La población de Puerto Rico tiene por tradición arrojar agua de sus ventanas la noche del 31 de diciembre para librarse de todas las energías negativas y las dificultades que sobrellevaron durante el año que culmina.

Año Nuevo en Dinamarca

Dinamarca despide al Año Nuevo arrojando contra el suelo, o contra la puerta, las vajillas que fueron utilizadas en Nochevieja. Incluso, la alegría es mucho mayor cuando la cantidad de platos rotos aumenta, pues cada uno de estos equivale a contar con muchas buenas amistades.

Encontrar el amor en Año Nuevo en Francia

Si alguien desea tener un fin de año romántico, Francia es el lugar ideal. Este país tiene la tradición de que a las 12 de la noche las parejas se deben besar bajo una rama de muérdago. Esto a fin de consolidar su amor en los próximos 365 días. En cambio, si no tienes un compañero o compañera, también puedes dar un beso a un desconocido bajo el muérdago. De esta forma, podrás encontrar tu pareja ideal el año siguiente.

El primer país que recibe el Año Nuevo

La República de Kiribati es el primer país en celebrar el inicio de un nuevo año. Este territorio está compuesto por diversas islas, entre las que se encuentra Navidad, la cual se caracteriza por tener el primer huso horario del planeta. Por consiguiente, tiene la distinción de recibir antes que todos el 1° de enero.

Origen de la tradición de comer 12 uvas

Una de las teorías que acompañan nuestras uvas de fin de año se remonta a 1909 en España. Ese año hubo muy buena cosecha de uva y los productores decidieron dar más salida al producto vendiéndola como “uvas de la suerte” en paquetes preparados de doce uvas, simbolizando los doce meses del año. A lo largo de los años, la tradición se ha ido puliendo. Hoy día mucha gente dice que las uvas simbolizan la abundancia y cada vez que se come una hay que pedir un deseo. En total, 12 deseos. 

Usar ropa interior de color amarillo en Latinoamérica

Varios países de Latinoamérica tienen una peculiar forma de recibir el Año Nuevo. La población de ciertos lugares de esta región, como Perú, Colombia o Chile festeja el 1° de enero con ropa interior amarilla. Esto con la finalidad de atraer la buena suerte, ya que ese color representa la prosperidad, felicidad y amistad.

Julio César estableció que el inicio de un nuevo año sea en enero

No siempre el Año Nuevo empezó en enero. En la República romana, durante el siglo VI y I antes de Cristo, el año comenzaba en primavera, en la época de las cosechas. Sin embargo, este calendario solo tenía 10 meses. Las estaciones no solían coincidir siempre, por lo que se tuvo que agregar los meses de enero y febrero.

Fue Julio César quien estableció este calendario, denominado juliano, el cual establecía como el comienzo de un nuevo año el 1° de enero. Esta fecha se mantuvo en el calendario gregoriano, el cual se utiliza de forma oficial en la actualidad en casi todo el mundo.

ACLARACIÓN       
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo

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