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Por la boca muere el pez, igual el rector de la Universidad Politécnica de Pachuca, Marco Antonio Flores, que desde diciembre se comprometió con los dos líderes sindicales a entregar un “estímulo” a cada integrante de la fuerza laboral, más el equivalente a la cena navideña, que por las prisas no se llevó a cabo, pero resulta que a la fecha nada de nada y se habla ya de que habrá paro.
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Algunos trabajadores de la dirección general de Coordinación Fiscal se dicen confundidos, pues mientras amigos, familiares y recomendados de la exsecretaria de Finanzas en Hidalgo, Jessica Blancas, continúan tranquilamente en la nómina, otros son víctimas de acoso laboral o dicho coloquialmente, enfrentan la famosa “aburridora” para que entreguen su renuncia a Ramiro Corona Badillo.
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Quien se ha vuelto la comidilla de toda la población es el alcalde de Tula Manuel Hernández Badillo, pues escatima para todo, menos para su promoción personal, por ejemplo, a través de espectaculares en Pachuca, donde nadie lo conoce, pues cuando fue presidente del PRD en Hidalgo, allá por 2005, era bien sabido que solamente era un joven títere de Luciano Cornejo y Pedro Porras.
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Mientras tanto, otra del sistema educativo estatal, pues en un kínder del fraccionamiento Villas de Pachuca, uno de los grupos carece de educadora desde hace dos meses, luego que una profesora fue acusada de cometer algún tipo de abuso, que, por cierto, el resultado de la investigación arrojó que es inocente, pero el caso es que las y los pequeños siguen sin recibir atención alguna.
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Ya no ve lo duro sino lo tupido, se trata del alcalde de Pachuca Sergio Baños Rubio, quien ha intensificado sus diferencias con el sindicato que encabeza Percy Espinosa Bustamante, que junto con mil 375 firmantes acusan que el dinero destinado a los servicios médicos de los agremiados se ha convertido en un botín disputado entre el presidente municipal y la Cruz Roja, para sus salarios.
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