Irapuato, Guanajuato. – Como forma de agradecimiento por haber salvado a su hijo tras una operación, María empezó a peregrinar y esto lo ha hecho por al menos 20 años.
La mujer comentó que la primera vez que acudió a peregrinar tenía 16 años, por lo que disfrutó mucho caminar para poder visitar a la Virgen de San Juan de los Lagos, sin embargo, fue años más adelante que se animó a ir, pero la enfermedad de uno de sus hijos lo impidió.
La primera vez que vine me gustó mucho caminar, yo vengo cada año porque me gusta el camino y por devoción a la Virgen de San Juan, el primer año nada más vine porque quise venir, me invitaron, pero fue muy diferente ahora, caminábamos por puro cerro, caminábamos y era pura vereda, ahora parece peregrinación de carros”, dijo.
Señaló que dejó de acudir y años después quiso volver, pero cuando iban a salir, a su hijo de 14 años lo operaron el día que iba a salir, por lo que encomendó a su hijo a la virgen para que saliera bien de la operación.
“De ahí el primer año que vine, dije yo: ‘si sale bien de la operación, si se alivia al siguiente año si me voy’, porque ese iba a ser el primero pero no vine por quedarme a cuidarlo, entonces mi hijo tenía 14 años y dijo, si salgo bien me voy contigo, al siguiente año que llego el día de salir, nos venimos toda la familia, venía muy contenta porque hasta el más chiquito nos acompañó”, dijo.
La mujer desempeña el puesto de celadora, está al pendiente de sus compañeros, que cuando caminen no se salgan de la fila, les lleva agua o alimentos a sus compañeros, así como acomodar los lugares donde dormirán cuando llegan a los diferentes campamentos en las distintas ciudades que recorren.