España .- La policía en España registró el jueves la casa del sospechoso de atacar anoche con machetes dos iglesias, dejando un hombre muerto y un sacerdote herido de gravedad.
La policía allanó la vivienda del presunto agresor —cuya identidad no se ha dado a conocer— para determinar si la motivación del ataque del miércoles por la noche fue de carácter “terrorista o cualquier otra naturaleza”, indicó el ministro del interior, Fernando Grande-Marlaska.
El hombre detenido no tenía antecedentes penales y los investigadores no creen que haya nadie más involucrado, agregó Grande-Marlaska.
El Ministerio del Interior dijo que el sospechoso aún estaba siendo interrogado y que tenía una orden de deportación desde junio del año pasado.
Los ataques han sacudido a la ciudad, ubicada cerca del extremo sur de España frente a una bahía de Gibraltar.
Según testigos del segundo ataque, un hombre que empuñaba un machete saltó sobre el altar de una iglesia antes de perseguir a una víctima hasta una plaza de la ciudad y causarle heridas mortales.
El Ministerio del Interior informó que el hombre asesinado era un sacristán —aquel que asiste en las labores de la iglesia_, en la iglesia de Nuestra Señora de La Palma, mientras que un sacerdote resultó herido en el primer ataque en la iglesia de San Isidro de París.
El ministerio informó que Grande-Marlaska acortaría una visita a Estocolmo para la cumbre de ministros de la Unión Europea para dirigirse a Algeciras.
Algeciras es una ciudad portuaria cosmopolita y el primer punto de llegada para muchos barcos desde el Norte de África, lo que la sitúa en el centro del debate sobre la inmigración irregular en España.
Los actos violentos en las iglesias pueden avivar las tensiones sociales agudizadas por la extrema derecha en un año electoral, que compite por ganar más cargos locales y nacionales, así como formar coaliciones de gobierno con el Partido Popular, de centroderecha.
El Ayuntamiento de Algeciras identificó al fallecido como Diego Valencia y dijo que el sacerdote herido era Antonio Rodríguez, que estaba hospitalizado y en estado grave.
El párroco de Nuestra Señora de La Palma, el reverendo Juan José Marina, dijo a la prensa local que creía ser el objetivo inicial del atacante.
De la misma manera que en San Isidro buscó al cura, no a nadie más, pasó lo mismo aquí. Si yo hubiese estado, verdaderamente yo habría muerto”, expresó Marina.
Manolo González, otro sacristán en Nuestra Señora de La Palma, dijo que trabajaba con Valencia.
Relató que cuando el agresor se subió al altar, Valencia salió a averiguar qué ocurría. Al verse confrontado por un hombre armado con un machete, huyó fuera del edificio hasta una plaza.
El agresor le persiguió y le hirió de muerte. Diego pidió auxilio.
La gente que estaba en el patio vio como de pronto salió Diego gritando ‘llama a la policía que hay un loco en la iglesia’, y precisamente en el patio es donde le da la primera cuchillada. Y por lo visto sale por la puerta de la secretaria y llega aquí hasta la Plaza Alta donde el asesino le vuelve a dar y lo remata”, dijo González.
Por su parte, la Comisión Islámica de España, que representa a los musulmanes en el país, condenó lo sucedido: “Con gran estupor quedamos conmocionados por la abominable acción criminal asesina y desalmada, en el terrible ataque contra religiosos y fieles inocentes, en un espacio sagrado de nuestros hermanos y conciudadanos católicos en Algeciras, perpetrado con total desprecio a la vida humana y a los siervos de Dios, lo que merece nuestra más rotunda repulsa y condena”.
El jueves se veían velas y flores colocadas ante las dos pequeñas iglesias de paredes blancas, mientras los vecinos caminaban nerviosos entre vagonetas de policía estacionadas en la calle.
Las banderas ondeaban a media asta en Algeciras, donde se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas. O’Mahony informó desde Madrid y Joseph Wilson en Barcelona.
DSS