Alan Shaw dijo que el ferrocarril apoya el objetivo de mejorar la seguridad ferroviaria, pero defendió la trayectoria de su empresa

Washington.- El director general de la empresa ferroviaria Norfolk Southern presentó disculpas ante el Congreso y prometió millones de dólares para ayudar a la localidad de East Palestine, Ohio, a recuperarse del descarrilamiento el mes pasado de un tren cargado con sustancias peligrosas. Pero no dio su respaldo a un proyecto de ley en el Senado que endurecería las normas de seguridad.

Alan Shaw dijo que el ferrocarril apoya el objetivo de mejorar la seguridad ferroviaria, pero defendió la trayectoria de su empresa.

Respaldó las propuestas de ajustar las normas para los vagones cisterna que no son propiedad de los ferrocarriles, ampliar la capacitación de los rescatistas en el manejo de sustancias peligrosas y establecer patrones para los artefactos que se instalan junto a las vías para detectar problemas.

“Lamento mucho el impacto que ha tenido el descarrilamiento en la gente de esa población”, dijo Shaw. “Estaremos allí el tiempo que sea necesario para ayudar a East Palestine a prosperar y recuperarse”.

Dijo que hay un compromiso de 20 millones de dólares para ayudar a la recuperación de la localidad. Se prevé que la responsabilidad financiera de Norfolk Southern será muy superior a esa cifra una vez que finalicen los procesos legales.

La empresa ha anunciado varias mejoras voluntarias de la seguridad. Pero los senadores han prometido investigar exhaustivamente el descarrilamiento, la respuesta del gobierno federal y las normas de seguridad de la empresa tras el descarrilamiento de 38 vagones, 11 de los cuales transportaban sustancias peligrosas.

Los reguladores federales también han dicho que Norfolk Southern debe mejorar la seguridad.

No hubo heridos en el accidente, pero funcionarios estatales y municipales decidieron liberar y quemar cloruro de vinilo tóxico de cinco vagones cisterna, lo que obligó a evacuar a la mitad de los 5 mil habitantes de East Palestine. Las escenas de las nubes de humo sobre la aldea, junto con la indignación de la gente que dice padecer enfermedades, han llamado la atención de las máximas autoridades sobre la seguridad ferroviaria y los peligros del material transportado.

JFF 

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