Para investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, el cambio climático es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo y supone una presión adicional para nuestras sociedades y el medio ambiente. Desde pautas meteorológicas cambiantes, que amenazan la producción de alimentos, hasta el aumento del nivel del mar que incrementa el riesgo de inundaciones catastróficas; los efectos del cambio climático son de alcance mundial y de una escala sin precedentes; es una modificación del clima que ha tenido lugar respecto de su historial a escala regional y global. Se trata de cambios de orden natural, pero actualmente, se les asocia con el impacto humano sobre el planeta; en México, la agenda sobre cambio climático es muy reciente y muy lejos de que se asuma como tema central por parte de los tomadores de decisiones en políticas públicas; las actividades que más contribuyen al cambio climático es el consumo de energía, la agricultura, la Industria, el cambio de uso de la tierra y los residuos, además de la tala de selvas tropicales (deforestación); la combustión de carbón, petróleo y gas, el desarrollo de la ganadería y los fertilizantes con nitrógeno; estas acciones de no tomarse medidas a fondo afectarán a los seres humanos con el aumento de escases de agua, la inseguridad alimentaria, los daños y pérdidas humanas por fenómenos meteorológicos extremos como las inundaciones, tormentas, olas de calor y sequía, llegando incluso a existir zonas donde la vida será imposible por el alto nivel del mar o por las altas temperaturas en determinados momentos del año; la Organización Mundial de la Salud prevé que de seguir esta tendencia aumente la propagación de diversas enfermedades como malaria, dengue, fiebre amarilla y el cólera; que empeorará la contaminación ambiental; o que el aumento de temperatura y la falta de agua elevarán el número de personas desnutridas; cabe destacar que el aumento de muertes por olas de calor ya está sucediendo; han dado a conocer que el año 2021 fue el sexto año más caluroso a nivel global, con un aumento de 1.1 a 1.2 grados centígrados con respecto al periodo preindustrial; que ocho de los diez años más cálidos han ocurrido en la última década y hay estimaciones derivadas de la variabilidad natural y a la tendencia del calentamiento de que la temperatura aumentará a 1.5 grados centígrados para inicios de 2030 y a dos grados para 2040 en el planeta; estimaron que en la Ciudad de México la escases de lluvias y el aumento a las temperaturas derivado del cambio climático está dejando más complicaciones respiratorias que otros años, sumándose a la contingencia ambiental por ozono, la contaminación del aire y el exceso de polen con concentraciones superiores al 80% en algunos puntos cercanos a bosques y parque; este ambiente súper cargado de partículas ha disparado las alergias respiratorias, el asma, la tos, estornudos y problemas como conjuntivitis, rinitis y lagrimeo de los ojos entre otros problemas respiratorios en atención a que siendo el aire de la capital uno de los más contaminados del mundo, la llegada masiva de polen procedente de los fresnos durante los meses de enero y febrero ha provocado que sea aún más difícil respirar; en la última década las reacciones alérgicas al polen en la ciudad aumentaron entre un 15 y un 20%, derivado que los periodos de floración ahora son más largos en algunos árboles; si antes la floración de un árbol duraba dos o tres meses, ahora puede alargarse hasta seis meses y las personas que son sensibles a ese polen están expuestas más tiempo.
Los especialistas se han pronunciado por afrontar el cambio climático con algunas medidas de mitigación, como lograr concretar la transición energética hacia energías renovables; mantener el suelo de conservación para proteger los acuíferos, incrementar en las ciudades superficies y azoteas verdes, así como modificar los pavimentos hacia materiales permeables que permitan el paso del agua; urge que el Gobierno del Estado tome acciones inmediatas para evitar entre otras la deforestación de vastas zonas, se inicien acciones para limpiar resumideros naturales de agua y se recuperen presas que en muchos casos están azolvadas y con lirio; hagamos nuestra parte como ciudadanos responsables y comprometidos con el medio ambiente. Hasta la próxima.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo