Celaya.- El padre Vicente Murillo López señala que solo necesitan la autorización correspondiente para hacer las restauraciones urgentes que necesita el Templo de San Agustín ante el riesgo de que más transeúntes sufran algún accidente por el desprendimiento de la fachada.
Apenas la tarde de este lunes una mujer sufrió algunos golpes y un gran susto cuando cayeron escombros de la torre de la campana mientras ella esperaba en el semáforo de la calle Ignacio Allende, aparentemente por los fuertes vientos de los últimos días en Celaya.
Nosotros queremos que nos den la autorización y nos digan qué clase de material necesitamos para empezar a hacerlo por cuenta propia, también tenemos la necesidad y la obligación, pero no nos han dicho nada”, declaró el párroco de este templo.
El inmueble data del siglo XVII y requiere una aprobación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para realizar cualquier modificación.
Sin embargo, como ya han esperado varios años los recursos económicos del Apoyo a Comunidades para Restauración de Monumentos Históricos y Bienes Artísticos de Propiedad Federal (FOREMOBA), el padre Murillo López hace un llamado para agilizar los procesos.
Peatones temen por una tragedia
Cristina trabaja enfrente del templo de San Agustín y fue una de las primeras personas que auxilió a la mujer que le cayó el aplanado de la fachada.
La señora estaba mal y el señor que venía con ella se metió al templo para reclamar y que se hicieran responsables. El padre les dijo que ya habían hablado con Presidencia y que no les hicieron caso. Vino la ambulancia, la checaron, pero solo le recetaron un paracetamol, que no era nada serio, dijeron los de la ambulancia”, relató.
También dijo que no es la primera vez que ocurre y que hasta para los comerciantes que están del otro lado de la banqueta puede ser un riesgo.
“Si no lo arreglan vamos a tener una desgracia aquí. El Gobierno se tiene que poner abusado con eso, porque lamentablemente vamos a tener un gran problema”, indicó.
Tras el incidente del lunes, Protección Civil y Bomberos Celaya acordonaron gran parte de la acera para evitar que más peatones estén expuestos a otro desprendimiento, que no se descarta ahora que vienen los tiempos de lluvia.
Incluso a mí me ha tocado que me han caído pequeñas rocas o trozos de la fachada. Sí da miedo, yo creo que lo que debería hacer el Gobierno es mandar a arreglar el templo. Ya tiene años que urge esto, antes eran pequeños trozos y ahora son muchos pedazos”, comentó José Luis Martínez, quien vende pan en este lugar tan céntrico de Celaya.
CA
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