AUNQUE en Palacio Nacional y en Morena presuman que el más reciente proceso de selección de consejeros del INE fue distinto y mejor a los anteriores, el resultado terminó siendo incluso peor que cuando imperaba el llamado sistema de “cuotas y cuates”.
ANTES, los partidos proponían a perfiles que les fueran cercanos ideológicamente, pero ahora dos de los cuatro vacantes, incluida la de la presidencia del organismo, quedaron en manos de Guadalupe Taddei y Jorge Montaño, personas plenamente identificadas con el partido en el poder.
Y CON ELLO, un organismo que por diseño debería ser 100 por ciento ciudadano está más partidizado que nunca.
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POR CIERTO, dado que la suerte en la tómbola no favoreció a Bertha María Alcalde Luján, a quien los morenistas perfilaron como nueva consejera presidenta del INE, surgió la duda sobre qué le depara el futuro.
HAY QUIENES dicen que retomará su cargo como comisionada de Operación Sanitaria en la Cofepris al amparo del subsecretario Hugo López-Gatell, pero otros afirman que le podrían dar un premio de consolación.
INCLUSO se dice que podría ser una de las sillas que siguen vacantes en el INAI después de que la Presidencia vetara a Ana Yadira Alarcón Márquez y Rafael Luna Alviso, quienes ya habían sido elegidos por el Senado. ¿Será?
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AUNQUE no faltan los que se quejan de que en el caso del plagio de la tesis de Yasmín Esquivel la UNAM “tapó el pozo después del niño ahogado”, otros opinan que el refrán que mejor ilustra lo ocurrido es el que dice: “Más vale tarde que nunca”.
Y ES QUE el Consejo Universitario ya hizo su tarea y actualizó la normatividad interna para tener la facultad de anular títulos de licenciatura y posgrado cuando se compruebe que un estudiante en activo o egresado hizo trampa o no cumplió con los requisitos para obtener algún grado.
LA OTRA asignatura pendiente que ya quedó cubierta es la valoración final sobre el caso específico de la ministra y su trabajo de titulación que hizo la Comisión Universitaria de Ética… nomás que no puede hacer públicas sus conclusiones por el amparo que fue concedido a la integrante de la Corte. ¡Qué tal!
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QUE ALGUIEN le avise a Andrés Manuel López Obrador que dirigirse a una mujer a la que no conoce como “mi amor” es hacer un uso sexista del lenguaje.
EL ASUNTO viene al caso por la manera en la que le habló a una mujer que protestaba en Ciudad Juárez exigiendo justicia por la muerte de 39 migrantes en el incendio de las instalaciones del INM.
¿O A POCO los “manuales para el uso del lenguaje incluyente y no sexista” que están en el sitio web del Gobierno de México no aplican para el Presidente? Es pregunta de manual.