SAPOS y culebras saldrán hoy de la boca presidencial cuando Andrés Manuel López Obrador comience a despotricar en contra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. No hay sorpresa en eso: el guión lo tiene bastante bien aprendido el Presidente y lo más grave es que la sociedad ha (¿hemos?) normalizado que el jefe del Ejecutivo pierda los estribos y le gane la estridencia.
ES DE ESPERARSE que hoy nuevamente el mandatario se lance contra las y los ministros, en especial contra Norma Lucía Piña, por haberse atrevido -¡oh, infames!- a enmendarle la plana a la 4T. No se necesita ser vidente para adelantar que AMLO enfocará su enojo contra la Suprema Corte, en lugar de reconocer que su reforma para pasar la Guardia Nacional a la Sedena era contraria a la mismísima Constitución.
PERO, BUENO, el berrinche presidencial es lo de menos. Lo importante es que esta vez sí se juntó la mayoría de ocho ministras y ministros para echar abajo la reforma. Sin duda fue una decisión histórica y, por lo mismo, un revés brutal al Presidente y su proyecto de militarización nacional.
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JUSTO AHORA que las Fuerzas Armadas están en entredicho, el gobierno pretende quitarle al Fonatur los ingresos por los derechos que pagan los turistas al entrar a México. ¿Y a quién se los van a dar? Al ente gubernamental que controle aeropuertos, trenes y una aerolínea. Nomás faltó decir: y que vistan de verde olivo.
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ADEMÁS del millonario contrato de seguridad que la CFE le dio a la Policía Auxiliar de la CDMX, en la compañía eléctrica se comentan otros extraños nexos entre Manuel Bartlett y Claudia Sheinbaum.
DICEN QUE el funcionario le ha abierto la puerta a vaaarios recomendados de la jefa de Gobierno, pues ya se sabe que entre los políticos la lealtad, para que florezca, hay que regarla con la nómina. Y para muestra un botón: Dulce Janet Padrón Valdovinos era subdirectora de Vía Pública en Tlalpan… durante la gestión de Sheinbaum. ¿Y dónde está ahora? En la Unidad de Servicios Generales y Apoyo, área encargada, entre otras cosas, del mantenimiento físico de todos los edificios de CFE en la Ciudad de México.
QUIENES trabajan con Padrón Valdovinos se quejan de malos tratos y que de dulce, nomás tiene el nombre. Pero lo que más llama la atención es que su llegada a la CFE es una señal más de que Bartlett trae una electrizante e inconfesable alianza con Sheinbaum. ¿A cambio de qué? Esa es la gran pregunta.
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POR INCREÍBLE que parezca, la SEP dejó al Inegi fuera de la información educativa de México. Y eso significa que ya no se reportarán índices educativos o de aprovechamiento confiables, sino los que la Secretaría dé a conocer… si quiere. Ni que fuera importante para el futuro de un país, ¿verdad? No es que los padres tuvieran derecho a saber en qué escuelas y con qué desempeño estudian sus hijas e hijos. Total, ¿qué podría salir mal?