Estados Unidos.- Los tiburones martillo aguantan la respiración para mantener sus cuerpos cálidos cuando se sumergen en aguas frías y profundas para cazar a sus presas, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Hawaii en Manoa.
“¡Fue una completa sorpresa! Fue inesperado que los tiburones aguantaran la respiración para cazar como un mamífero marino buceador. Es un comportamiento extraordinario de un animal increíble”, resaltó Mark Royer, autor principal de la investigación publicada en “Science”.
Aunque carecen de pulmones, deben respirar oxígeno para sobrevivir. Al estar bajo el mar, lo extraen del agua que los rodea en lugar del aire gracias a sus branquias o agallas. Son órganos que permiten al oxígeno entrar a la corriente sanguínea, explica la Asociación Americana del Pulmón.
Los mamíferos marinos, como ballenas, delfines y orcas, no pueden respirar bajo el agua porque tienen pulmones, así que ocupan pequeños orificios ubicados sobre sus cabezas para hacerlo. Al sumergirse, necesitan contener su respiración como una persona.
Si los tiburones martillo (Sphyrna lewini) son capaces de respirar bajo el agua, ¿por qué también presentan dicho comportamiento? Según la investigación es porque sus branquias actúan como radiadores naturales, por lo que enfriarían su sangre, músculos y órganos en caso de que no las cerraran cuando se adentran en aguas frías y profundas.
Son animales de aguas cálidas, pero cazan a profundidades donde la temperatura es de aproximadamente 5 grados centígrados, por lo que deben mantener sus cuerpos cálidos para ser efectivos al capturar a sus presas, como calamares.
Aunque es obvio que los mamíferos marinos que respiran aire aguantan la respiración mientras bucean, no esperábamos ver tiburones exhibiendo un comportamiento similar”, apuntó Royer en un comunicado.
En promedio, aguantan la respiración 17 minutos. Además, pueden contenerla un promedio de 4 minutos cuando nadan en lo más fondo que llegan antes de volver a aguas superficiales donde respiran de nuevo, detalló el especialista del Grupo de Investigación de Tiburones del Instituto Hawaii de Biología Marina.
Los científicos descubrieron este fenómeno inesperado gracias a que equiparon algunos ejemplares con dispositivos que medían la temperatura de sus músculos, profundidad, orientación del cuerpo y niveles de actividad. Adicionalmente, grabaron individuos a más de mil metros de profundidad con sus branquias cerradas. A esos mismos tiburones los capturaron en video con dichos órganos bien abiertos en aguas más superficiales.
A decir de Royer, este descubrimiento mejora el entendimiento de la especie, considerada amenazada en algunas partes del mundo debido a la sobrepesca, la pesca incidental y la pérdida de hábitat. Sería potencialmente vulnerable a actividades humanas como la minería de aguas profundas o la pesca a gran escala en la zona de penumbra del océano, por ejemplo.
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