Nunca en la historia de México habíamos tenido tantas personas apuntándose a ser candidatos/as a la Presidencia de la República. Cada vez son más las voces que dicen: Quiero ser presidente/a. Ya van 22 aspirantes en la lista más los que sigan externando sus deseos. Bien dice el dicho que “pedir no empobrece”. En este caso se apunta a ganar reflectores, salir en la foto y tener posibilidades de negociar una diputación o un puesto importante.
Cada uno de los pretendientes se siente capaz de liderar al país, según externan en sus comentarios. Los aspirantes de oposición prometen corregir el rumbo del país y los de MORENA a continuarlo. Personas de todos los partidos han alzado la mano. ¿Cómo será el proceso de selección?
Mientras los ya definidos candidatos de MORENA se exhiben continuamente para ganar preferencias electorales, la oposición no se pone de acuerdo en cómo seleccionar a quien pudiera ser el mejor rival para vencer a un partido que tiene embelesados a muchos con engaños, mentiras y sobre todo dádivas.
Vemos aspirantes de oposición haciendo campañitas para dar a conocer sus estrategias de gobernanza, pero a ninguno se le ve conectando con el pueblo, se limitan a moverse en niveles de una ciudadanía de medio y alto nivel educativo. No han entendido que hay que saberle llegar a la gente con empatía, entendiendo sus necesidades y solidarizarse con ella. Solo están seguros de que ellos pueden, pero la ciudadanía no parece convencida. La contienda que se avecina será difícil. Se requiere de muchos votos para derrocar al partido en el poder. Para ello es preciso que el candidato/a elegido tenga capacidad de convencimiento, gran carisma y que logre que los posibles votantes entiendan porqué un candidato es mejor que el otro.
Entre las y los aspirantes tenemos a Beatriz Paredes, pero su tiempo ya pasó, igualmente el de Santiago Creel. Algunos apuestan por Lilly Téllez pero está confundiendo la valentía con frases agresivas dando paso a la animadversión. Enrique de la Madrid, lleva tiempo yendo de un foro a otro platicando sus propuestas, no impacta como candidato pero sería un buen presidente. Por desgracia su extrema formalidad le impide utilizar un lenguaje coloquial, ser espontáneo y fresco lo cual dificulta su conexión con el pueblo. Ángel Gurría, con su trayectoria y experiencia ha entusiasmado a los adultos mayores que lo conocen, pero para los jóvenes es un desconocido.
Cualquiera de los candidatos de oposición llevaría al país a un mejor destino que el que estamos teniendo con todo lo que el gobierno actual destruye. Si hay que elegir, veo tres personajes que podrían enfrentar al candidato/a de MORENA. Uno es Ricardo Anaya; aunque AMLO empezó una campaña de desprestigio en su contra, tiene gran visión y ha hecho propuestas viables para el desarrollo del país. Otro es Mauricio Vila quien ha presentado buenos resultados como gobernador de Yucatán, tiene carisma y se codea bien con todas las clases sociales. Uno más podría ser el senador Damián Zepeda, tiene una gran energía que mueve y convence, su discurso es claro, sencillo, directo y atrapante. ¡Es hora de tener un candidato!
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