Preparémonos, amigos lectores, a escriturarle todo México al Señor López: por sus dichos el Señor trae ganas de comprar/o expropiar todo el territorio nacional y lo que sobre él está construido.
Aparte de expropiar sin indemnización 173 kilómetros de las vías de Ferrosur en el Istmo de Tehuantepec, expropió dos mil hectáreas en la Península de Yucatán para construir el Tren Maya y ayer amenazó con COMPRAR CITIBANAMEX en caso de que Germán Larrea de Grupo México -y víctima directa de la expropiación- se haga para atrás.
Por lo visto al Señor López se le hacen mucho 9 mil millones de pesos por casi 200 kilómetros de vía ferrocarrilera, lo que equivale a UN TERCIO del precio que él mismo está pagando por kilómetro construido del Tren Maya, pero se le hacen poco SIETE MIL MILLONES DE DÓLARES, que es lo que le costaría la adquisición de Citibanamex.
Para verse un poco menos autoritario, López afirma que la compra la realizaría mediante una “Asociación Público Privada” (APP). Faltaría ver quién estaría dispuesto a ser socio de alguien tan caprichoso y veleidoso, quien además, si se encargara de administrar el Banco del Malestar (nombre que le quedaría de pelos), seguramente lo quebraría en menos de lo que tarda su sexenio en entrar en estertores.
Ya ven ustedes los tristes resultados con su “Banco del Bienestar”, tan saqueado e inoperante que nadie sabe a ciencia cierta cuánto le han robado, ni quién, ni cómo. Faltaría ver, también, qué hace este señor con el “Banjército”, otro banco que trae perdido por ahí, y cómo encajaría con este nuevo banco gubernamental que nos remonta de un jalón a la ESTATIZACIÓN bancaria de José López Portillo, con los “excelentes” resultados que ésta aportó a la economía mexicana.
El punto es que todo se le hace fácil a este Presidente. Más tarda en consagrarse como “Persona Non Grata” en Perú, y tirarle patadas al pesebre norteamericano, que en hacerse completamente el occiso con el ESPIONAJE del que fue víctima uno de sus colaboradores, Alejandro Encinas. Tema sobre el cual no quiere saber nada, ni decir nada, ni siquiera ofrecer investigarlo. Solo se limita a decir que no fue la SEDENA.
A lo cual resulta lógico preguntar: ¿cómo sabe que no fue la SEDENA SI NO LO HA INVESTIGADO? O dicho de otra manera, si afirma saber que NO fue la SEDENA, ¿ENTONCES QUIÉN?
Luce imposible que el señor afirme que “él no espía”, que “él no es como los demás”, al mismo tiempo que reconoce que ENCINAS SÍ FUE espiado. Pero además, le instruye que “¡NO LE DÉ IMPORTANCIA!”. Esto cuando su principal deber como Presidente es (y citamos de la Constitución): “RESPETAR y HACER RESPETAR las Leyes”.
Interferir un teléfono, espiar a una persona, es VIOLAR SU PRIVACIDAD, lo cual prohíben expresamente nuestras LEYES. Si fuese cualquier ciudadano, sería su deber investigarlo y castigarlo: pero siendo uno de sus funcionarios, uno de los más antiguos y con mayor historia a su servicio, nos parece inconcebible que lo minimice, lo ignore y le reste la importancia debida.
La única explicación que encaja con esta actitud es la de que realmente Encinas fue espiado por personas a su servicio, ya de Inteligencia Militar o de alguna dependencia de Gobernación a cargo de su compadre, el Secretario de Gobernación y “corcholata”, Adán Augusto López.
El martes, López ofreció una lista de “consejos” a sus adversarios que afirma “deben de ir a la escuelita” a aprender. Cosas muy trilladas como “El pueblo sí existe”, que para nosotros es como afirmar: “El Sol sale todas las mañanas”.
Paradójico nos parece el consejo lopezobradoriano porque, en los hechos, a quienes les urge ir a la escuela a “hacer planas” es a ellos. Esto para aprender cosas como:
1.- La Constitución se acata.
2.- La propiedad ajena se respeta.
3.- La Presidencia no es para agredir ni para insultar.
4.- Los Gobiernos son malos administradores.
5.- El dinero es del pueblo, no de la 4T.
6.- Los votos no se compran.
7.- En las democracias se respetan las instituciones electorales y de transparencia.
8.- La SCJN no se agrede ni se amenaza.
9.- Los delitos se castigan.
10.- La impunidad es la madre de la violencia.