Árbol que nace torcido, nunca su tronco endereza, así habla la inteligencia no tan artificial en la cultura popular. Ahora que estamos en periodo de promoción electoral, me robo ese refrán para señalar que ninguna encuesta por muy cuchareada que se presente, enderezará la percepción ciudadana sobre algún candidato que camine y mire chueco.
Desde el primer segundo de la llegada del ciudadano López Obrador a la presidencia de la República, generó en la oposición una reacción de rechazo a todo posible cambio. El acto más destacado y contradictorio, desde mi punto de vista, fue a la modificación de la Constitución para Revocar el Mandato del presidente de la república por la pérdida de la confianza de los electores. Tuvieron la oportunidad a modo para revocarle el mandato y no pudieron, pero siguieron hasta la vulgaridad descalificando más a la persona y a la familia, que al gobierno y a la administración, sin mayor éxito.
Pues bien, la fecha se cumplió. La elección para el relevo en la presidencia de la república está en marcha. A casi un año de distancia, las figuras más relevantes de Morena, están dejado sus escritorios y chambas oficiales para recorrer el país en busca de influir en la percepción nacional que los convertiría en el Coordinador Nacional de la Defensa de la Cuarta Transformación, figura retórica, que antecede a la candidatura para suceder al actual presidente. Los presidenciables, como usted lo sabe, son: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, Gerardo Fernández Noroña, Ricardo Monreal, y Manuel Velasco
Para definir quién será electo como Coordinador o Coordinadora, se realizará una encuesta abierta, y obvio, el pueblo sin nombre, desde el anonimato expresará su opinión. Como usted se dará cuenta otra vez, la ENCUESTA, como medio de afirmación y confirmación de las virtudes, vocación y talento de los políticos será el peso que incline la balanza. De este evento se abre o se cierra el horizonte político, no solo para las individualidades que participan, sino también para el país.
Diversas empresas encuestadoras han dado seguimiento a las aspiraciones electorales de cada uno de los candidatos, y también han recogido información complementaria que es muy útil para el análisis, la predicción, y la toma de decisiones en cada “cuarto de guerra” de cada uno de los candidatos. No hay que dejar pasar que esta precampaña interna, ha adquirido al paso del tiempo, un rostro inesperado, y que cada día se torna muy preocupante por la intensidad y el uso de mecanismos que parecen querer la anulación del adversario.
Claudia Sheinbaum llega a esta jornada nacional con datos a su favor, que incluso chocan entre unos y otros, pero sin dejar de estar bien evaluada. El Financiero en su encuesta, señala que el porcentaje de aprobación al cierre de la administración como Jefa de Gobierno en la Ciudad de México, es de 54%, y lo contrasta con la salida en su momento de AMLO, que fue de 76%, y en el caso de Marcelo Ebrard, de 63%. La encuesta del Universal, realizada por Buendía&Márquez, reporta que Claudia se retira con el 66% de aprobación. Y claro que es relevante, dado que allí se concentra la mayor cantidad del electorado nacional.
Ahora bien, en relación al posicionamiento de los 6 candidatos, la empresa encuestadora “Territorial”, señala que Claudia Sheinbaum tiene un nivel de preferencia de 31.6%; Marcelo Ebrard 27.6%; Adán Augusto López 14.8%; Gerardo Fernández Noroña, 12.3%; Ricardo Monreal, 9.4%; Manuel Velasco 4.3%. Está fechada el 15 de junio del presente.
No hay nada como contrastar, y advertir que las encuestadoras, de pronto se parecen a quienes presentan los pronósticos del tiempo. La empresa encuestadora CRIPES, registra la contienda interna por las preferencias electorales, de esta manera: Marcelo Ebrard 27.14%; Claudia Sheinbaum 24.06%; Gerardo Fernández Noroña 12.82%; Adán Augusto López 9.68%; y Ricardo Monreal 7.68%, se realizó el 13 de junio. Es de las pocas encuestas en que Ebrard va a la cabeza.
Ahora vea: la empresa MEBA (Mendoza Blanco y Asociados) en su encuesta publicada el 12 de junio, señala que, Claudia Sheinbaum tiene el 38.9% de las preferencias; Marcelo Ebrard, 19.2%; Gerardo Fernández Noroña 7.7%; Adán Augusto López 5.3%; Ricardo Monreal, 3.8%; y Manuel Velasco 3.8%. En esta encuesta vuelve a la cabeza Claudia; en segundo lugar, Ebrard con una diferencia de 18 puntos; Noroña aparece en 3er. Lugar, Adán Augusto en 4to. Lugar.
Si bien es cierto que ayer, formalmente se dio el tiro de salida, entre los presidenciables había tiro desde hace ya varios meses, intentándose colocar en la vista ciudadana utilizando todos los medios al alcance. Monreal, fue uno de los candidatos que llegan agotados y desfondados por su intemperancia, y por sus afanes que calificaría la militancia de Morena como conspiradores; Adán Augusto López, es el enlistado más tardío, pero el más eficiente para abrirse paso, dado que su presencia nacional hasta hace unos meses era cero; Noroña, quien se define como “pueblo” entró a la lista con calzador, pues no es militante de Morena, y su discurso hizo crujir más de una vez a la oposición, que se afanó en la vulgaridad y la descalificación de su persona, en vez de argumentos; finalmente, Manuel Velasco que entra en los últimos minutos para que el Partido Verde tenga exposición pública, y no desaparezca como partido político.
Lo anterior lo refleja el “Power Ranking” semanal que realiza la empresa Polls.mx con todos los aspirantes a la presidencia de la república, de todos los partidos. El primer lugar de 55 posiciones, lo ocupa Claudia Sheinbaum, con un porcentaje de 31.6% de fuerza política; en segundo lugar, Marcelo Ebrard con el 27.6%; en tercer lugar, Adán Augusto López, luego vienen otros personajes de la oposición, y Noroña aparece en el lugar 12; Monreal en la posición 15, y Manuel Velasco en la posición 34. Este ejercicio mide la “fuerza política”, y se realiza desde el 21 de septiembre del año pasado.
Lo que parecía la crónica de una candidatura anunciada, por el empuje de los personajes, y el maltrato con el que se inició la carrera, parece ser que no es así. Incluso da la impresión que se intenta revertir por todos los medios la desventaja personal que reflejan las encuestas. Desde luego, Morena lleva una gran ventaja sobre la oposición, y claro está, es por la decadencia intrínseca y ausencia total de liderazgos opositores. Por el lado de las preferencias electorales por partido, en este momento, la empresa ELECTORALIA, señala a Morena con el 51% de la intención del voto; al Pan con el 17%; al PRI con el 8%; a MC con el 4%; al Verde con el 3%; al PT con el 2%, al PRD con el 1%; e Independientes con el 2%.
Y en cuanto a la suma de debilidades y decadencia de la oposición, si hubiese una Coalición del PAN, PRI, PRD, tendrían un 26% de la preferencia electoral, frente al 53% de la posible Coalición de Morena, PT y Partido Verde. Ese sería el escenario en este momento, desde luego, abona a esa preferencia el 64% de aprobación que tiene el gobierno del ciudadano López Obrador.
Para ser claros, lo que está en juego en Morena no es el triunfo en la elección del 2024, eso está superado, sino una cosa importante que lleva a un objetivo fundamental, la mayoría calificada para que exista la posibilidad de Reformas Constitucionales que arranquen de raíz la corrupción, y le abra paso, a un proceso de cambio real, en donde se ponga en el centro de las decisiones de la República el interés del pueblo, tan simple como eso.
La preselección del candidato o candidata que se abrió el día de ayer en Morena, no debe, y no puede ser la oportunidad que espera la oposición vulgar y depredadora, para que se convierta en una desgarradura, en heridas imposibles de cicatrizar que impidan los objetivos de fondo. Las metas incumplidas de este gobierno por carecer de la mayoría calificada, no deben repetirse, el pueblo da y quita. Desamor con desamor también se paga, eso no debe olvidarse.