León, Guanajuato.- El informe de Protección Civil sobre casas en ruinas y a punto del derrumbe está desactualizado, pues algunas ya fueron remozadas, en tanto que varias personas dueñas niegan cualquier contacto con personal del Municipio sobre el estado de su vivienda.
En un recorrido de AM por el barrio de San Juan de Dios se encontró que son casas viejas, algunas fueron remodeladas y otras sí representarían un riesgo real para transeúntes o vecinos.
El lunes 3 de junio, el Comité de Prevención de Inundaciones, a través de la Dirección de Protección Civil, informó que había al menos 45 fincas en ruinas en la Zona Centro, de las cuales 16 están aún habitadas por adultos mayores, quienes viven en riesgo. Riesgo que se incrementará con el auge de las lluvias.
La alcaldesa Alejandra Gutiérrez comentó que se ha buscado un acercamiento con estas personas para informarles de opciones para garantizar su integridad física.
Pero tres personas consultadas negaron conocer siquiera que sus casas presentan problemas.
“Eso es lo malo que el gobierno hace cosas que piensan nada más en ellos, pero no piensan en uno, ¿te sales y a dónde te vas?, ‘ese es tu problema’, eso no está bien, que digan ‘les vamos a prestar una casa en lo que vemos su caso’”.
Así se inconformó Nicolás Espinoza, uno de los dueños consultados en la calle Independencia.
A primera vista, la fachada tiene algunas cuarteaduras, pero hacia el interior, la casa se ve íntegra y el propietario asegura que no hay ni siquiera goteras.
Dice que le gustaría que hubiera un programa de mantenimiento de fachadas que vaya más allá de simple pintura.
“Hay personas que -el mantenimiento- sí lo pueden hacer, yo no, soy una persona pensionada, apenas me dan para comer, ¿usted cree que voy a tener para mantener una casa? Estoy aquí porque no puedo irme a otro lado”.
En tanto que una mujer adulta mayor que se negó a abrir la puerta de su casa en 619 de la calle Rosas Moreno, consideró que su casa no tiene riesgo de derrumbe. Aseguró que ni PC ni otra dependencia le han informado del riesgo.
La fachada de su vivienda luce descascarada, con algunas cuarteaduras y con salitre, pero a simple vista no se aprecia inclinación de muros o riesgo de colapso, algo que sí se aprecia en el número 603 de esa misma calle.
Ahí, a pesar de la capa de pintura verde, los ladrillos lucen desgastados, pues no se resanó toda la fachada y se percibe un fuerte olor a humedad. Al tocar la puerta sólo se escucharon ladridos de perros.
Un poco atrás, en el número 502 hay otra vivienda, casi esquina con el jardín de San Juan de Dios, con el dintel de la puerta ya un poco abierto y ya sin techo.
Francisco Javier, un vendedor que tiene 25 años en la zona, dice que siempre la ha visto deshabitada.
Casi al final de la calle Independencia, la vecina de otra de estas casas comentó que en esa propiedad dejaron material de construcción pegado a su pared, que se estaba deteriorando, por lo que un albañil “se brincó” para retirarlo.
La maleza ha crecido todos estos años hacia su propiedad y ella tiene que cortarla, por lo que sí la afecta que se abandonen estas propiedades.
Rehabilitan fachadas
En cambio, en el 434 de Independencia, el 302 de Rosas Moreno y 305 de Emiliano Zapata, se resanó y pintó la fachada.
En este último caso, según vecinos, la casa habría sido donada a la escuela Nicolás Rangel, situada al lado, y luce ya muy diferente.
En el caso de Rosas Moreno 302, la fachada ya ha sido rehabilitada dos veces desde la foto de PC. Los presuntos propietarios afirmaron que no han recibido citatorio o comentario alguno sobre su estado y que fue remozada por iniciativa propia.
CA