Poco más de diez días y 120 horas han acontecido en el globo terráqueo desde aquel último grito de algarabía en el Domingo Santana gracias al oportuno batazo de Alfredo Hurtado que, sin pensarlo, le dio el triunfo a los Bravos de León sobre los Piratas de Campeche por pizarra de 10-11.
A pesar del emotivo triunfo de aquel domingo 6 de agosto del 2023, aquello significó la terminación temprana de la temporada para la franquicia leonesa, pues por cuarto año consecutivo, se quedaron fuera de la Postemporada al ocupar el penúltimo lugar de la Zona Sur.
Después del dicho paso inexorable del tiempo, la vida ha seguido su curso, y a punto de cumplirse dos semanas de aquel acontecimiento, Mauricio Martínez, quien preside al equipo, habló en exclusiva para Súper Deportivo en El Dugout del Gabo para platicar acerca de lo que fue y lo que será de la plaza en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).
2023: Dura travesía
Con él como principal protagonista, Mauricio nos recibió con el ambiente ‘bravo’ a flor de piel al contar con dos sillas a su lado que, además de la gorra que llevaba puesta, hicieron ‘match’ completo con su pasión: con el jersey neón en una y el rojo en otra.
Sereno, pero enfocado en su trabajo de administrar una franquicia profesional de beisbol, guarda consigo esa espinita clavada de haber terminado fuera de los playoffs por cuarta temporada consecutiva gracias a 34 victorias y 56 derrotas.
Con una perspectiva muy cercana a lo que sucede en la plantilla en la vida cotidiana, dio su punto de vista acerca de lo que afectó en su equipo a lo largo de 90 juegos.
“Fue un año lleno de cosas muy raras como el tema de las lesiones porque tuvimos alrededor de 15 lesionados a lo largo de la temporada; hombres clave como Aldo García, José Vargas y Tito Polo fueron los que salieron y eso nos afectó. Nos quedamos con mal sabor de boca porque nunca pensamos que estaríamos fuera de playoffs porque la mentalidad siempre fue estar allí”.
Aquel objetivo estuvo más cerca de alcanzarse a mitad de temporada con una serie ganada de visita en Puebla ante Pericos, y dos más en casa con los líderes de la zona en aquel momento: Olmecas de Tabasco y Toros de Tijuana.
Como en todos los aficionados, la ilusión aumentó en Mauricio y sus muchachos, pues por fin encontró el equilibrio deseado al mando de Rafel Rijo, quien terminó la temporada tras la salida de Luis Mauricio Suárez y Orlando Merced.
“Con él (Rijo) es con quien más he coincidido, él llega cuando el equipo está en desplome y ha caído como anillo al dedo con los muchachos. Tuvimos que tomar decisiones con función en el sistema, algunos no conocían a los jugadores y eso es esencial. Ya hablamos con él y se va a quedar para el 2024”.
Altas y bajas: ¿Por qué se fueron y por qué llegaron?
Inexplicables por la mayoría de los aficionados, Bravos tuvo bajas importantes en la temporada, tales como Joey Terdoslavich, Xavier Batista, Niko Vásquez y Brandon Villarreal.
Al ser cuestionado sobre este tema, Mauricio Martínez explicó los motivos de estos cambios, pues mientras con Joey y Xavier fueron con base en su nula respuesta al iniciar la temporada, con Vásquez y Villarreal hay un diferente trasfondo.
“Tijuana nos insistió mucho por Niko (Vásquez), lo hablamos con ellos y viendo nuestra problemática en el pitcheo, tomando en cuenta su edad de 35 años, negociamos la persistencia de Hazahel Quijada que agarró control y disciplina con 25 años y, además, cuatro jugadores más que llegarán una vez que acaben su participación con ellos.”
La razón de la partida del sonorense hacia Saltillo fue prácticamente la misma, pues Aníbal Cervantes estará en León a partir de la próxima temporada con la misión de consolidarse como abridor estelar de la novena.
2024: “Ya no hay pretextos”
Al ser la cuarta defensiva con peor efectividad (5.54), la segunda peor en carreras permitidas (532) y la tercera peor en jonrones permitidos (91), la labor será esencial para los leoneses: MEJORAR de una vez por todas en el pitcheo sí o sí.
El futuro parece esperanzador en pro de lograr dicho objetivo, pues con 11 debuts de jóvenes peloteros durante el 2023, la misión es dar continuidad en el próximo certamen.
“Tenemos los casos de Felipe Guerrero, Juan Cázares y Enoch Martínez, quienes aún no cumplen la mayoría de edad y ya los debutamos; incluso, scouts de Marineros de Seattle estuvieron presentes y podrían firmarlos en los próximos campamentos que tendrán a finales del mes en Estados Unidos”.
La obligación comenzará a acrecentar cada vez más con el pasar de los años, pues aunque sueña con ser un equipo contendiente al título en los próximos años, sabe que ya no habrá pretextos si aquello no se logra, más allá del espectáculo que pueda llegar a ser el estadio.
“Bravos es un fenómeno y una máquina de sueños. Para muchos es su lugar feliz y eso aumenta mi compromiso de avanzar y ser contendientes al título. Me queda claro que ya no hay pretextos porque un equipo aguerrido se le puede poner al que sea”.
Lo deportivo: Causa pendiente
En una plática que estuvo a 17 grados centígrados y a punto de alcanzar los 30 minutos, pude percibir las ganas de salir adelante por parte de todo el equipo administrativo y creativo.
Desde el plano de marketing, la labor comandada por Gerardo de León es plausible al estarse reinventando sobre la marcha en cada serie que disputa el equipo al siempre estar pensando en la gente y el espectáculo de calidad que se debe de ofrecer.
Y, en el ámbito social, el trabajo es de reconocer porque, en esa pequeña charla que pude tener con Alejandra Vidales, quien es responsable del área, pude darme cuenta del estudio constante para ser un equipo inclusivo, con inmersión en talleres de lenguaje de señas mexicanas o en la meta de generar aún más espacios en el Domingo Santana.
Todas esas partes son plausibles y aunque se pudieron reflejar con grandes asistencias en el último tiempo, tarde o temprano terminará la fascinación si no se llega a crear un equipo ganador.
La afición, fiel a su causa, ha estado allí siempre, pero ya se merecen sentirse favoritos o contendientes a protagonizar su circuito.
Y es que, siendo realistas, la plaza está condenada al fracaso si se siguen teniendo temporadas como las de los últimos cuatro años.
La plaza, beisbolera por naturaleza, lo merece más que nadie.
Ojalá que, de corazón, esto no quede en simples palabras y, de verdad, se demuestre en acciones.
Creo que, tras haber pasado seis años de permanencia en el beisbol profesional de verano, ya es hora de que el proyecto madure y rinda frutos.
¿Pasará en 2024?
Ya lo veremos.
PD: Ah, una última aclaración y para que no sigan con la incertidumbre algunos aficionados por las noticias de la expansión de la LMB y demás…
BRAVOS SE QUEDA EN LEÓN PARA EL 2024.
-El Dugout del Gabo.