Acabaron las campañas que no eran campañas, de los candidatos que no eran candidatos y solo me queda una certeza: quién gobierne a México a partir del 2024, será una tramposa que con pretextos y mentiras justificará aquello que le conviene… ¡Nada nuevo!

R- Auuu, mi Santias, tendrás que reconoceré que adelantar los procesos a los tiempos “legales”, cometiendo un delito, fue responsabilidad de YSQ.

S- Las ilegalidades de las “corcholatas”, no justifican las ilegalidades de la “oposición”, mi Rufo; su argumento no cancela el engaño y la mentira sostenidos por todos los suspirantes… y sus patrocinadores, partidos políticos incluidos. En adición, todos son adultos como para asumir la responsabilidad de sus actos y de sus dichos.

R- Grrr, nada que alegar, ¡tienes razón!, la justificación de que “otro” empezó, es cómo explicar un robo argumentando que otro también robó.

S- De hecho, perro, esa es la justificación nacional para robar mercancía de un camión accidentado o de un supermercado durante un ciclón o terremoto, o de cualquier tienda o negocio durante una marcha de protesta. Los mexicanos, si no todos si la mayoría, justificamos el delito repartiendo culpas o con argumentos baladíes como: me lo encontré; como si fuera correcto quedarse con una cartera o un celular olvidado solo porque “me lo encontré”.

R- Guauuu, agradezco tu disertación, mi Santias, me ubicas en aspectos legales y morales que deberían regir a la humanidad, lo que no sucede en México.

S- ¡Así es, mi Rufo!, no sucede y es un drama que lesiona la convivencia y deteriora el tejido social; lo que se vuelve más grave cuando quienes se hacen tarugos aspiran a gobernar a la República; si la cabeza se corrompe, ¿cómo no entender que el cuerpo social también se corrompa?, el mal ejemplo permea de arriba abajo.

R- Auuu, ahora entiendo el dicho popular en Japón que expresa: “El pez se empieza a pudrir por la cabeza.” 

S- Así es, mi Rufo, ese dicho hace referencia a cómo influye el mal comportamiento de un jefe, gobernante o líder en el comportamiento social.

R- Grrr, ¿te refieres a YSQ, mi Santias?

S- ¡No, perro!, no me refiero a YSQ, aunque sería un buen ejemplo de la pudrición de un líder y de cómo arrastra la institución presidencial y a la nación entera en el fango, pero no, no me refiero a Él, me refiero a cualquier jefe, gobernante o líder que se corrompe, y en este artículo, me refiero a las “corcholatas” y a las “taparoscas” de la oposición, que, aspirando a encabezar el gobierno de México, inician sus procesos con el engaño y la mentira, todo@s.

R- Grrr, lo que dices es grave, mi Santias; así  como lo describes, quién ocupe la Silla del Águila a partir del 2024, seguirá con la cantaleta de: “No me vengan con que la ley es la ley” y con esa excusa, explicación o truculencia, quién vaya a gobernar a México seguirá corrompiendo instituciones a la República en un camino en declive que nos llevará al desastre.

S- ¡Bien dicho!, perro, estamos en un camino de autodestrucción institucional en donde la ley de la selva bajo la premisa de que: “el que no tranza no avanza”, nos conduce al desastre.

R- Auuu. ¿Qué podemos hacer, mi Santias?, ¿cómo podríamos evitar el caos que se avecina?

S- No lo sé, mi Rufo, quisiera pensar que cuando tengamos líderes que no justifiquen lo incorrecto, sea mentir, manipular, acarrear gente, comprar votos, otorgar puestos a gente no calificada, pagar compromisos con dinero público, otorgar contratos a “cuates”, beneficiar al partido o defraudar. Después de la 2ª. Guerra mundial donde una sociedad como la alemana “tocó fondo”, se levantó para reconstruirse, pero lo veo improbable en sociedad mexicana; tu observa, nos decimos católicos y pocos vivimos con los valores morales de verdad y honestidad del cristianismo y antes de amar al prójimo como es la prédica, estamos viendo como sacar ventaja o explotarlo. Recuperar esos valores y rechazar premisas como la de que: “el fin justifica los medios”, es urgente para que la sociedad en su conjunto recapacite y recupere valores de verdad, honestidad, respeto y aprenda a convivir y a vivir con decencia; el problema es que eso no depende de un solo individuo, por eso, al tener liderazgos que mienten y defraudan evadiendo sus responsabilidad es tan grave, me temo que en México todavía no hemos tocado fondo, aunque estemos a las puertas de la autodestrucción y de ser gobernados por criminales; como en muchas partes de México ya sucede y que conste, no estoy hablando de Michoacán o de Tamaulipas, pero sí de muchos lugares como Michoacán, Veracruz, Jalisco o Tamaulipas… ¡Así de sencillo!

Un saludo, una reflexión.

Escritor y soñador

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