Mientras en la Major League Baseball (MLB) existen registros que datan desde hace más de 115 años de historia, en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) escasean los de una década atrás.
Esta situación complica la recabación de información para su divulgación, pues aunque existen estadísticas generales de cada temporada como la tabla general, líderes de bateo, Jugador Más Valioso, líder de jonrones y en cuántos juegos se ganó cada serie, lo específico se olvida por completo.
Aunque sitios como Baseball Reference son un recurso valioso para encontrar números de algunos peloteros de la ‘vieja guardia’, no pueden solventar del todo la necesidad de información.
Esto es una situación que deriva en un problema importante para los aficionados al ‘Rey de los Deportes’ al no tener muchos recursos para recabar estadísticas.
Pero, más allá de esto, también se encuentra la falta de homenaje a las leyendas que cimentaron el éxito de diversas franquicias.
Eso sí: no todo es malo en las plazas del circuito veraniego de México, pues franquicias como Diablos Rojos del México, Sultanes de Monterrey y Él Águila de Veracruz, mantienen viva su historia con un museo institucional (Diablos Rojos), estudios minuciosos de su historia por parte del departamento de prensa (Él Águila) y, más específicos en el Norte de México (Sultanes), la construcción del Salón de la Fama del Beisbol Mexicano.
Aquello debe de tomarse como ejemplo importante en varias plazas del país, pero por la cercanía que ostentamos aquí, tenemos que enfocarnos en los Bravos de León por estar en una plaza donde los aficionados al beisbol abundan y el interés de un nuevo público se acrecienta.
Me preocupa y bastante el no ver postales del recuerdo o artículos sobre leyendas leonesas como Willie Aikens, Manuel Cazarín, Ramón Esquer, Jesús Sommers, Iván Murrell, Jack Pierce y Jaime Orozco.
¿Por qué no darle difusión a un hombre como Orozco que fue capaz de fajarse en la lomita leonesa con 21 juegos completos en 1990?
¿Por qué no darle difusión a un hombre como Murrel quien, incluso, jugó en la Liga Mayor de la entidad guanajuatense?
¿Por qué no darle difusión a un hombre como Sommers que se despachó con 114 carreras producidas en 1987?
Honrar a su pasado también es primordial en el éxito de una franquicia que, en el futuro, se proyecta ganadora.
Esto todavía ayudaría mucho más a la difusión de este deporte en un nuevo público que, atraído por la curiosidad, se puede encontrar con historias que bien puede ser motivo de superación personal.
Podemos recuperarlo
No sé si las estadísticas sean parte de ello por la dificultad de su recaudación, pero la honradez a las viejas leyendas en la mayoría de las plazas de la LMB aún puede recuperarse, tal y como lo hicieron los Algodoneros del Unión Laguna antes del tercer juego de la Serie de Campeonato ante Tecolotes Dos Laredos.
Y es que quien lanzó la primera bola fue el hidrocálido Lauro Cervantes Barragán, quien el sábado 4 de agosto de 1990, consiguió el único juego sin hit ni carrera que se ha atestiguado en el Estadio Revolución.
Hay tiempo.
Hay público.
Hay equipo.
Hay beisbol para lograrlo…
Y en León, la lealtad no es negociable.
-El Dugout del Gabo.