A Oskar Pollak, compañero de la preparatoria alemana en Praga, que realizaría el sueño de Kafka al estudiar una carrera relacionada con el arte, escribe el futuro escritor en 1904, mientras cursaba Derecho:
“necesitamos libros que tengan un efecto sobre nosotros como una desgracia que nos duele mucho, como la muerte de alguien a quien queríamos más que a nosotros mismos, como ser expulsados a un bosque, lejos de todos los humanos, como un suicidio, un libro debe ser el hacha para el mar helado en nosotros.”
La vigencia de estas líneas sigue impulsando a muchos autores a desarrollar obras consistentes no sólo con sus ideales, sino también un reflejo de las realidades vividas en su entorno. Itinerario del abismo, de Imanol Caneyada, es una muestra despiadada de ello.
Antes de que un rito cuyo altar es el mall inaccesible. Antes de que el padre los abandonara, antes de que madre renunciara a la esperanza, antes de que su hermana fuera violada por un policía, recuerda haber atesorado un tiempo de guantes de beisbol y de caricias, de jarabe para la tos y un abrigo para el invierno del desierto. Porque padre ya no está, porque madre se ha quedado dormida con la botella de ginebra vacía en el regazo y el televisor prendido en algún canal de ventas. Porque su hermana ha de estar calentando la cama de un hombre a cambio de unos gramos de cristal. Un tiempo perdido en los entrepaños de las decisiones que ha tenido que tomar a la sombra del desencanto.
Publicado el año pasado por el Fondo de Cultura Económica, reúne una selección de sus cuentos enfilados hacia las profundidades de la condición humana con una prosa contundente que nos pasea por la geografía mexicana o también ajusta cuentas con el pasado por las calles del centro de San Sebastián. El recorrido nos transporta a los bajos fondos, a las galerías de arte, a la frontera acechada por francotiradores furtivos, a suburbios primorosamente decorados a la espera de la Navidad, a las aguas de un golfo pobladas de delfines, a expendios de carnitas con temibles ingredientes. “Espectáculo de barbarie y codicia”, como lo promueve su contraportada, las profundidades se abren para lectores de una era que renuncia muchas veces a verse a sí misma más allá de la claridad de la luz LED y de lo políticamente aceptado.
Caneyada quiebra ese hielo con sus personajes y atmósferas, Itinerario del abismo es un hacha idónea. Lléguenle.
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