El secreto del éxito está en la persistencia del propósito”.

Benjamín Disraeli 

La biografía de Elon Musk llegó justo la noche antes del martes. El libro electrónico ordenado desde agosto arribaba con sus 615 páginas en un segundo. Walter Isaacson, el biógrafo, había logrado capturar el alma del genio después de dos años de acompañarlo.

La historia del sudafricano de 52 años no decepciona. La pluma experta del escritor enriquece con docenas de pinceladas -desde el arranque del libro-,  los orígenes canadienses e ingleses del personaje. Pero no es propio ni correcto tratar de resumir o explicar un contenido tan extenso sin haberlo concluído, aunque la publicidad de Elon Musk nos hace conocerlo desde antes por su controversial personalidad. 

Sin embargo, es difícil no sucumbir a la idea de describir el ánimo causado por la extraordinaria vida del inventor. Porque su historia es la de la perseverancia personificada, la testarudez de ver el futuro y empujar sin concesiones para conquistarlo. 

Primero fue la creación de una empresa llamada Zip2 para sustituir a las páginas amarillas. Todo hacerlo desde el principio, desde el código que programaba, hasta el modelo de negocio que vendería en 300 millones de dólares. Luego inventó Paypal, el medio de pago que facilita todo en las compras por internet. Lo vendió en mil 500 millones de dólares. 

Luego imaginó un futuro eléctrico para la transportación, y contra todo pronóstico, logró que Tesla se convirtiera en la empresa más valiosa de la industria automotriz (859 mil millones de dólares al día de ayer). Eso lo hizo ser el hombre más rico del mundo.

Por si fuera poco, ideó la forma de lanzar cohetes al espacio y recuperar su primera parte en un despliegue tecnológico que ni la NASA había podido realizar. 

La parte más interesante del libro es cómo logra Walter Isaacson descifrar el código de la personalidad de Musk. Bipolar, autista con el síndrome de Asperger, niño violentado por su padre y perseguido por los demonios de un carácter irascible. Pero, ¿cómo logró cambiar por completo la industria automotriz, la de las comunicaciones satelitales y la del servicio de “taxi” al espacio con sus cohetes Falcon?

Dice Isaacson que, en su niñez, Musk era golpeado en el campo de recreo de la escuela y ahora compra Twitter (X), el lugar de recreo – y las golpizas verbales-  de los adultos de todo el mundo. 

El Wall Street Journal enumera 5 mandamientos de Musk para emprendedores, incluidos en  su biografía, cuestionar cada requisito; eliminar cualquier parte del proceso que se pueda; simplificar y optimizar; acelerar el tiempo del ciclo y automatizar. 

Eso no incluye la tarea de guiar con el ejemplo y hasta dormir por semanas en la misma planta de producción para sacar la empresa adelante. Tampoco el llevar una vida de sólo trabajo con hasta 90 horas por semana, algo que el propio Musk no recomienda pero hace cuando algo se le atora. 

De entrada hay que recomendar la lectura a todo joven que quiera emprender, crear un “startup”, rescatar una empresa o forjar una con mejor operación. Una biografía enseña mucho. Uno de los ejemplos que exploró Isaacson fue la vida de Benjamín Franklin, otro maestro de la invención. Ese intento lo tuvo también con la historia de Steve Jobs de Apple, otro personaje singular. Sin embargo esta parece ser una obra superior de enseñanza, un relato, no sólo de Musk, sino de nuestro tiempo. (Continuará)

 

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