León sacó un agridulce empate de La Corregidora, 1-1 con los Gallos Blancos del Querétaro, con lo que se estanca en la persecución de los puestos que darán pase directo a la Liguilla.
Fidel Ambriz abrió el marcador a favor de la Fiera en el primer tiempo, pero el colombiano José Zúñiga empató en el arranque del complemento, justo antes de que el duelo debiera detenerse durante 14 minutos por un corte de energía eléctrica en el estadio queretano.
León llega así a 12 puntos tras 10 jornadas, misma cosecha de los Gallos. Ambos pelean por puestos de repechaje, ahora llamado Play-In, y deberán apuntarse un cierre de torneo casi perfecto para colarse directo a la Liguilla.
El domingo 8 de octubre, León visitará a Santos Laguna. Querétaro jugará a media semana en casa de los Pumas.
El Querétaro Vs León
El juego arrancó con paridad y escaso ataque. Querétaro intentó por derecha en los primeros minutos, con precisión por parte de Gularte, el más adelantado en esa banda, mientras León apostaba a controlar primero el medio campo y luego, ya afianzado, quizá tirarse al frente.
La primera de mediano peligro llegó hasta el minuto 20, con un tiro de Fidel Ambriz que pasó a un metro del marco queretano. León ya dominaba con balón y posición, aunque sin balones claros hacia Viñas.
Una segunda de Ambriz se dio al ‘25, ahora con una mala salida de Allison y un pase retrasado de Viñas. Fidel llegó con marca, pero sin arquero enfrente, y voló su remate cuando se antojaba más emoción en la portería local.
A ocho minutos del descanso,Federico Viñas se consolidó como el mejor del partido, al cabecear un altísimo centro desde la izquierda y estrellar la bola en el poste, con lo que el gol escapó por poco.
Querétaro respondió en el contragolpe, una jugada que parecía retrasarse por la indecisión de Ettson Ayón, pero que culminó con un peligroso tiro del delantero queretano.
León fue amplio dominador de los primeros 45 minutos, pero el gol llegó hasta el cuarto minuto agregado, cuando Fidel Ambriz controló un balón rebotado y sin pensarlo mucho, disparó raso y colocado para el 1-0 justo en la última jugada del primer tiempo.
Segundo tiempo
El complemento arrancó con el mismo tono. Un León atrevido y vertical. La primera tardó sólo un par de minutos, cuando Ángel Mena disparó de media distancia, exigiendo la estirada de Allison hacia su izquierda.
Pero justo cuando León buscaba el segundo con insistencia por izquierda, Querétaro armó un contragolpe de manual. Una larga conducción de Omar Mendoza por derecha, un centro hacia Cordero, quien le bajó la bola al colombiano José Zúñiga y este definió tirándose para vencer a Cota y poner el 1-1 al ‘50.
Para darle más suspenso al juego, en la reanudación el estadio La Corregidora sufrió un apagón parcial. La mitad de las lámparas sobre la cancha se quedaron sin energía, lo que obligó a parar el duelo al minuto 52.
La iluminación volvió paulatinamente y así pasaron 14 minutos hasta la reanudación, lo que al menos sirvió para que Larcamón charlara con sus mediocampistas, armando la nueva estrategia, ya con el empate en la pizarra.
La pausa obligada le vino mejor al León, recuperado del golpe de la igualada y fresco en ataque con la entrada de Nico López por el juvenil Uribe.
La entrada del “Diente” López se notó de inmediato, con una descolgada por izquierda, un centro perfecto hacia la sorpresiva llegada de Osvaldo Rodríguez y el remate chorreado del lateral, cuando ya se cantaba el segundo de la Fiera.
Lo peor para León llegó en el tercero de los 16 minutos agregados. Federico Viñas saltó a pelear el balón con Gularte y cayó tan mal sobre su hombro derecho, que hasta el rival pidió las asistencias.
El uruguayo debió salir de cambio, tras varios minutos de tensión y atención, y su sitio lo tomó Brian Romero, para buscar una milagrosa ventaja en un duelo ya trabado.
En cambio, fue Querétaro el que estuvo más cerca del segundo, cuando el chileno Montecinos taladró por derecha y sacó un tiro-centro que el argentino Cordero sólo vio pasar, a centímetros de la raya de gol.
El agregado se extendió hasta los 22 minutos, suficientes no tanto para acumular llegadas, sino para pelear a muerte por el balón en medio campo y dar espacio al coraje de Larcamón, quien en su exigencia de una expulsión para el rival, recibió la tarjeta roja y vio el final del juego desde la tribuna.