¿Quién le construyó al ciudadano Marcelo Ebrard ese laberinto sin salida en el que se encuentra? ¿Qué hizo mal para que se le vaya como agua entre las manos ese 25% de popularidad con el que llegó a la encuesta final? El War Room de una campaña, sin lugar a dudas es el cerebro y el responsable del resultado electoral de un candidato. De cierto, la campaña para convertirse en el Coordinador de la 4ta. Transformación de Morena, no era otra cosa que una anticipación de un ejercicio electoral mayor, que llegaría meses después, es decir, el próximo año.
En todo el proceso, lo que observé fue una táctica de choque para lograr ganar los espacios en los medios de comunicación, tratando de convertir las desventajas en un argumento de auto-victimización para lograr la empatía. Pero ese argumento, desde luego que pudo haber funcionado sí él, o los competidores fuesen de un equipo contrario, pero no del mismo equipo.
La impresión o la percepción pública, desde el inicio de la campaña, fue que quería “reventar” el proceso porque los números no le alcanzaban. Las encuestas prestigiosas del desarrollo de la campaña nunca lo pusieron por debajo de los otros 4 competidores, de tal manera, que los argumentos y los actos de golpeteo mediático en contra de Sheinbaum, al principio lo levantaron, pero después solo fueron para regocijo de los medios de comunicación y para la oposición, porque ya eran dirigidos de manera personal, y ocupando como blanco a su propio partido. Eso lo hinchó, es decir, lo desfiguró.
Marcelo fue competitivo desde antes que iniciara la organización de la competencia por la coordinación de la 4T, en noviembre del año pasado calificaba con 22%; en enero de este año había alcanzado 27%; y para mayo había logrado llegar al 29%, y desde ese momento ya no creció. Al parecer, la desesperación de él y su War Room, los descarriló. Había crecido solo 7 puntos en diez meses. El caso de Fernández Noroña, puede ayudar a contrastar: en noviembre del año 22 comienza con 12.9%; en mayo baja a 8%; y en septiembre sube a 11 por ciento. A pesar de sus limitaciones, de la capacidad arrolladora de sus competidores, su mensaje patriótico lo mantuvo, y a diferencia de Ebrard, la popularidad y simpatía creció en torno a su persona.
¿Qué quería Marcelo con esa campaña de choque? La mayoría de las opiniones de columnistas sobre el ciudadano Marcelo, son positivas, sobre todo lo consideran, un político inteligente, pero toda su campaña fue diseñada con mensajes muy rudos de sus operadores, contrastándolos con sus mensajes de voz, pausados, y pudiéramos llamarlos mesurados pero que se veían contenidos y falsos
Después que leí la entrevista que hace el diario El País, a Jaime Durán Barba, su amigo de años, y asesor de campaña, surgieron más dudas que hormigas en tarro de miel.
Usted lo sabe, lo que se diga en público, y sobre todo en un escenario político tan caldeado, tiene una intención y pretende cimbrar a los destinatarios. Lo dicho por su asesor, revela a profundidad la intención de ganar la nominación. Por lo que dice su amigo y asesor, se infiere que la participación de Ebrard no se inscribe en el marco del ideario político y social del obradorismo, por el contrario, lo niega, lo descalifica, y como continuación de la campaña –después del resultado final- lo combate.
En esa entrevista que le hace el diario español el, todas las preguntas y las respuestas son muy concisas, están diseñadas con un contenido que resume y encierra diversos valores de sentido, pero claro, van directo al punto, pero tratándose de comunicólogos, la forma no es ociosa.
Durán Barba no pierde un segundo, ni abona una palabra innecesaria. Dice, “AMLO es AUTORITARIO, siempre estuvo en contra de Marcelo, hizo todas las TRAMPAS posibles para que no ganara”. Compara a AMLO con Javier Milei, por asuntos de economía, “eso fue la DEMAGOGIA DE AMLO. No se preocupen no voy a tocar un peso de nada…”
Le preguntan: ¿Piensa que la CANDIDATA DE AMLO, la exalcaldesa del DF, Claudia Sheinbaum, PUEDE PERDER LAS ELECCIONES? Responde: Yo creo que SÍ. Le vuelven a preguntar: ¿Pero con quién? ¿Con la OPOSICIÓN o con EBRARD? Responde: habría que ver, pero la salida de Marcelo DESLEGITIMA LA ELECCIÓN de Claudia, y se abre una puerta al vacío.
En esta respuesta, asocia de manera misógina a Claudia con AMLO, pensando que sus juicios vertidos calificando de DEMAGOGO, DICTADOR, TRAMPOSO, a Andrés Manuel, la disminuyen, pero de cierto, se vuelve a equivocar, AMLO –como lo abrevian en toda la entrevista- hoy tiene un nivel de aceptación altísimo, un promedio de 65; Claudia en cada estado de la República que visita es arropada por Morena, sus líderes, y por cientos de simpatizantes.
Una línea política de Sheinbaum, que distingue sus encuentros, es la apertura a todas las organizaciones sociales, y personajes de la vida pública, y de cierto, sorprende la respuesta de asociaciones de colonias, ambientalistas, del deporte, del arte, sindicatos de trabajadores, hasta de los sindicatos patronales comúnmente asociados a la oposición. De tal manera, que la amenaza del “salto al vacío”, traducido como “ingobernabilidad” por la ausencia de Marcelo, o por nutrir a la oposición fue otra equivocación.
Para tener un punto de referencia, le comento, el 13 de septiembre en el punto más alto de la impugnación de Ebrard al proceso de elección, Poder 360° publica las tendencias de voto con respecto a la elección presidencial. En un careo, teniendo a Ebrard como contendiente por el partido Movimiento Ciudadano, él alcanza un 16% con respecto al 42.8% que obtiene Claudia Sheinbaum. En la encuesta de MetricsMX, con ese mismo propósito, Ebrard obtiene 9.0%, y Claudia Sheinbaum 58.2%. Con esos números, la salida del laberinto, es tan estrecha que por allí no alcanzan a pasar las ambiciones personales de Ebrard, muy legítimas, pues al fin, son de él.
Y en otra pregunta, Durán Barba abunda, sobre lo dicho: “Marcelo está yéndose por su lado, yo creo que esto puede ser la derrota de AMLO en las elecciones”. Esta afirmación, lleva otro juicio de valor misógino, omite a Claudia Sheinbaum como la mujer que le ganó la competencia. El mensaje ya no es para consumo de los Obradoristas, sino para ofrecer la candidatura de Marcelo fuera de Morena.
Y lo reafirma en otra respuesta: ¿No hay chance de que EBRARD se baja de la candidatura? “No está claro que haremos… pero, PELEAREMOS”. De su frase “Sonrían, todo va estar bien” al verbo PELEAREMOS, hay mucha distancia, pero la misma que hubo en la competencia formal. Hay tiro, dicen en el box, pero ahora ensaya en la sombra y en la soledad mediática sus mejores golpes para una pelea que quedó atrás.
Repito, su asesor y amigo, Jaime Duran Barba, no dejó un haz de luz en la ventana y en la puerta, cerró toda posibilidad de regresar, le preguntan, ¿Qué le pueden ofrecer a Ebrard para que se baje? “NADA. Marcelo, YA HA SIDO TODO LO QUE PODÍA SER”. Esa frase es de una arrogancia que se convierte en SENTENCIA involuntaria, ha sido TODO LO QUE PODÍA SER, y lo que no se puede ser, NO SERÁ. Así de fácil.
Déjeme decirle que la lección que nos deja la competencia para la coordinación de la 4T, es que al interior de Morena se disputaban de manera soterrada, dos visiones del mundo, y dos proyectos de Nación. Al describir Durán Barba a AMLO, se refleja esa polaridad, dice, “AMLO es de la vieja izquierda… admira a Maduro… vive en el mar de los sargazos junto a Cuba. Marcelo… ES UN TIPO DE OTRO NIVEL”. La economía de un país se puede planear, e incluso pronosticar, los saldos al final, mostrarán lo acertado o incorrecto de esa planeación, pero la denostación o la descalificación ideológica y luego personal, como herramienta propagandística coloca a quien la usa, como garante de sus argumentos y juicios.
Por contraste, afirma que Ebrard no es, ni de la nueva, ni de la vieja izquierda, que ES DE OTRO NIVEL… Y no solo se equivoca en sus parámetros teóricos, y en su sesgo propagandístico, sino que revela lo más importante, en un momento en que existe un gobierno popular y transformador, intentando desmontar el modelo privatizador con sus reformas constitucionales retrógradas, confirma que EBRARD está en el PARTIDO POLÍTICO equivocado.
Y la pregunta final, tiene un valor en perspectiva, viniendo de uno de los propagandistas de la derecha latinoamericana, y de presidentes como Guillermo Lasso de Ecuador, Mauricio Macri, de Argentina. ¿Va acompañarlo en la campaña? (pregunta hipotética en una supuesta candidatura presidencial). Responde: “Sí, es uno de mis mejores amigos, Somos amigos desde hace décadas, y le ayudaré en todo lo que pueda”. Flaco favor le hizo a Marcelo, y gran favor a la corriente política que defiende al pueblo como eje de toda acción social, y como centro del interés nacional.
La competencia para la sucesión presidencial dentro de Morena, está definida. La contracampaña que ha montado Ebrard, en paralelo a la de Claudia Sheinbaum, fractura de manera total, la compatibilidad con el Obradorismo, y se coloca en la OPOSICIÓN activa. Es decir, se quita la máscara, y va en busca de su sueño opositor, aunque tenga que caminar en un laberinto sin salida. ¿Cuántos habrá como él en Morena? Pronto lo sabremos.
Revolcadero.
Para Guanajuato, dos caras de la misma Morena: por un lado, Prieto Ortega y Antares Vázquez, de origen perredista; por otro lado, Sheffield y Alma Alcaraz, de origen panista. Entre ambos segmentos, pudo haber cabido, quien uniera y enriqueciera la propuesta de gobierno estatal. La moneda está en el aire.
DAR