León, Guanajuato.- La Casa del Migrante Galilea, que ofrece un espacio digno para los migrantes para alimentarse y descansar, se podría convertir en un comedor comunitario y espacio para otras actividades que beneficie también a la población local.
“Lo que estamos viendo es que ya no sea solo para los migrantes, sino que también la comunidad vecina de San Miguel esté también atendida”, dijo Carlos Álvarez, director del albergue.
Explicó que ya se trabaja la propuesta con el DIF municipal para establecer un comedor comunitario, pues en la zona no existe algo así. Y con el comité de colonos ya hay otras propuestas de servicios, como centro de capacitación para el trabajo, por ejemplo, para elaborar documentos por computadora.
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— Periódico AM Noticias (@periodicoam) October 11, 2023
Para ello necesitan echar a andar algunos equipos que les fueron donados pero que tienen detalles técnicos y requieren actualizaciones. “Así el albergue se integra y se hace una comunidad intercultural, porque hoy día no hay sentido de pertenencia y lo que queremos es darle la vuelta a trabajar con el tejido social local y que la gente se haga más sensible, con trabajo en común”.
Explicó que Casa Galilea es un albergue seguro porque hay reglas de convivencia, como no permitir la entrada a personas con aliento alcohólico o bajo influjo de sustancias prohibidas, o tener un horario establecido de atención.
Él y un equipo de voluntarios busca hacer menos difícil el tránsito por León, en el albergue personas solas o familias pueden bañarse, lavar su ropa y dormir con tranquilidad, algo que no pueden hacer en la calle.
También pueden proveerse de calzado o de ropa, así como acompañamiento espiritual, pues aunque cuentan con una capilla católica, se puede utilizar para cualquier credo.
“No tenemos apoyo del Gobierno federal, del estatal y municipal está muy acotado, en el primer caso algunas despensas por parte del DIF y en el segundo caso, algo muy puntual, pero apoyos en lo económico, en especie, no existe, quien nos apoya es la ciudadanía en general, de Purísima, San Francisco del Rincón y León, que no nos deja”.
Destacó el respaldo de la Universidad Iberoamericana y de La Salle, el Instituto Jassá, algunos empresarios sensibles al tema, así como el Banco de Alimentos, que les manda despensas, dependiendo de la cantidad de gente en el albergue.
Las necesidades
El director de Casa Galilea hizo un llamado a empresarios, escuelas y la sociedad en general para seguir apoyando con artículos de higiene personal como lo más urgente, como la ropa interior, que tiene que ser nueva, tanto calzoncillos como calcetines.
“Es lo primero, la gente llega ya sin calcetines. Imagínese, caminar 50 kilómetros diarios en promedio, ¿cómo traen los pies?”.
Entre lo que más se necesita son toallitas húmedas, crema de protector solar, rastrillos, productos para la menstruación y botellas de agua de medio litro.
Dijo que en cuanto a ropa, se reciben gorras, sombreros para que se cubran, además de cualquier prenda en buen estado para mujer, hombre, niño, niña, persona de la tercera edad. Todo sirve.
De momento en cuarentena
Aunque Casa del Migrante Galilea es un albergue abierto todos los días y para quien lo solicite, estos días no recibe personas en tránsito debido a que está en cuarentena, pues aloja a dos personas afectadas por paludismo (también conocido como malaria y que en algunos casos puede ser mortal).
Los pacientes son un hombre venezolano y su hijastro, colombiano, ambos ya se recuperan pero necesitan reposo y son atendidos por personal de salud del Gobierno del Estado.
“Sí ha venido gente pero por esta situación no los podemos atender, son 14 días que nos faltan todavía para que los den de alta”, concluyó Carlos Álvarez.
Flujos migratorios
Carlos Álvarez Guevara comentó que la migración es un fenómeno que está presente en todo el mundo. “La migración no es una moda, el 3 % de la población mundial está en movimiento, todo el tiempo está cambiando la situación de vida y el migrar es un derecho humano, no es un delito, ni siquiera es una falta administrativa como pasarse un semáforo en rojo, migrar es el derecho a la movilidad”.
El activista explicó que en León no se ha visto incrementado el flujo de personas en tránsito porque en la ciudad los trenes no hacen parada, como en Irapuato.
Además de que León está en la ruta a Ciudad Juárez-El Paso, un destino que de momento no es tan atractivo como Matamoros, Reynosa o Nuevo Laredo, en frontera con Texas, por ser desplazamientos más cortos, o como Tijuana, pues en California se ofrecen salarios de hasta 17 dólares la hora.
CA