Ante el desprestigio de los partidos políticos, “El Frente Amplio por México” (opositores), decidió ciudadanizarse, con la intención de convencer al electorado que ellos están para servir.

De entrada no parece una mala idea, aunque tiene un problema de origen, cito de Wikipedia: “El Frente Amplio por México es la unión formada por los partidos políticos PAN, PRI y PRD, construida con la finalidad de alcanzar objetivos políticos y sociales compartidos de índole no electoral, mediante acciones y estrategias específicas y comunes, tal y como lo señala el artículo 85 de la Ley General de Partidos Políticos.” Lo sé, estimado lector, ni la definición ni la ley señalan la participación ciudadana, por lo que al margen de las buenas intenciones, dada la corruptible naturaleza humana, las cúpulas partidistas (ya lo están haciendo, cosa de ver convocatorias y candidatos) se van a repartir las candidaturas en función de intereses, adivinaste, de intereses partidistas, dejando a la sociedad civil con un palmo en las narices, esperanzados que el electorado crea en sus intenciones; decisión, la de creerles, que cada uno tomaremos en lo particular y se reflejará en nuestro voto o en nuestro no voto.

¡Bien!, dicho lo anterior, estoy convencido de que si la sociedad civil conformada por líderes sociales, empresariales y ciudadanos no presionamos a los partidos para tener diputados verdaderamente ciudadanos que defiendan nuestros intereses y no los de los partidos, los de los líderes de partidos o los de grupúsculos formados dentro de los partidos, simplemente tendremos más de lo mismo que rechazamos en el 2018 (la corrupción priísta y política de los partidos tradicionales), con un agravante, en el 2018 30 millones de mexicanos tuvieron la esperanza de un cambio con el prometido combate a la corrupción, que no ha sucedido, y con la promesa de que el ejército, que Felipe Calderón sacó a las calles, estaría de regreso en los cuarteles, lo cual obviamente no ha pasado; en otras palabras, la esperanza que muchos tuvieron en el 2018 como contrapeso al abuso, la corrupción y el agandalle de los partidos tradicionales, hoy, desengañados de la 4aT, no se tiene.; por eso, si no hacemos algo, en el 2024 tendremos de fideo y de jodeo y no tendremos una opción esperanzadora; lo que en mi opinión, nos obliga a los ciudadanos de a pie, a organizarnos y a presionar a los partidos para verdaderamente tener candidatos ciudadanos al servicio de todos, no solo de los intereses partidarios, y me explico con dos, de muchos ejemplos: 1.- La puerta giratoria, como se describe coloquialmente al proceso por el cual, un delincuente que es detenido, de inmediato es liberado, sin que haya responsable, ya sean los juzgadores venales, policías o ministerios públicos corruptos o aquellos, quienes “equivocadamente adrede” presentaron expedientes mal integrados (con errores) para ayudar a los delincuente$.

2.- Un país sin fronteras, como de forma precisa se puede describir a México con dos hechos: A), Las fronteras en control del  cimen organizado, un hecho, y B) Las puertas abiertas para que sin control, entren a México miles y miles de migrantes ilegales, los que luego se acogen a legislaciones de derechos humanos que obligan injustamente a los ciudadanos que trabajamos en México, a mantener y proteger a los ilegales. No, no me malinterpreten, no estoy deshumanizado, simplemente estoy convencido que tenemos leyes contrarias al interés nacional y que hemos comprometido la seguridad nacional firmando tratados internacionales que son políticamente correctos, pero que no contemplan el daño que se hace a la república e incluyen la injusticia de que los ciudadanos mexicanos tengamos que cargar con el lastre que deja la inmigración ilegal de gente que muchas veces no tiene nada que aportar ni forma de trabajar (lo que se debería verificar antes de que ingresen)… ¡El buen juez por su casa empieza!, es mi convicción, por ello, en mi casa no recibo migrantes ilegales, ¿tú sí?, estimado lector. Adicionalmente, coincido con la Primera Ministra de Italia, Giorgia Meloni, la cito: “El primer derecho humano del migrante, es no tener que migrar y así, tener acceso a una vida digna en su país.” En otras palabras, la comunidad internacional debería abrogarse el derecho de intervenir en
países que mal gobernados, generan problemas a otras naciones expulsando a sus conciudadanos.

Por lo expresado, el primer paso para combatir a la delincuencia, a la corrupción y a la inseguridad y por supuesto a la plaga que es la migración ilegal, es tener congresistas al servicio de México y de la ciudadanía, no de los partidos o de los gobernantes, diputados que hagan leyes que defiendan y estén al servicio de los mexicanos; lo que no va a pasar si la sociedad y los líderes sociales no presionan… 

Mensaje final; estimado padre de familia, líder empresarial o social, si por miedo o apatía o si por así convenir a tus negocios y/o beneficios derivados del estatus actual no puedes confrontar a los partidos políticos y a los gobernantes, estate tranquilo, simplemente… ¡No te quejes!… ¡Así de sencillo! 

Un saludo, una reflexión.

Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador

DAR

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