¿Qué sería del beisbol sin esa pizca de emotividad que desata la escritura de gloriosas hazañas? 

Al inicio del 2023, nadie se imaginaba una Serie Mundial entre Rangers de Texas y Diamondbacks de Arizona

Hace dos años, los texanos estaban hundidos en el último lugar de la División Oeste de la Liga Americana con 60 victorias y 102 derrotas

Hace dos años, los D-backs estaban hundidos en el último lugar de la División Oeste de la Liga Nacional con 52 victorias y 110 derrotas

Por esta razón, su resurgimiento causa aturdimiento en distintos aficionados al beisbol debido a la fortaleza mental y física de dejar atrás a los favoritos de sus respectivos circuitos. 

Mucho se debe al gran momento de sus beisbolistas que demostraron temple y fortaleza en situaciones adversas sobre el diamante. 

Por un lado, el cubano Adolis García se erigió como el Jugador Más Valioso (MVP) de la Serie de Campeonato de la Liga Americana gracias a 15 carreras impulsadas en dicha fase que, consigo, le otorgaron el récord histórico de más producción en una misma serie. 

Con un Grand Slam en el sexto juego y dos jonrones en el séptimo, García, aquel jugador que estuvo en ‘waivers’ durante su etapa en Cardenales de San Luis y sus primeras temporadas con Rangers donde, además, fue mandado a sucursales, respondió a los constantes abucheos de la fanaticada de los Astros de Houston como mejor lo sabe hacer: siendo agresivo con el bate y colaborando para la causa de su equipo.

En Arizona, el enorme carácter de Kevin Ginkel y Paul Sewald guiaron a una neutralización inédita a los bates de los Filis de Filadelfia, quienes se apagaron por completo en los últimos dos juegos de la serie. 

Y qué decir de hombres como Ketel Marte (16 juegos conectando de hit en Postemporada = récord), Corbin Carroll (dos impulsadas en el séptimo decisivo) y Geraldo Perdomo (10 hits y 3 impulsadas), quienes se erigieron como los líderes de un juego lleno de inteligencia y sapiencia. 

Mánagers

Mucho de este resurgir se debe, en parte, a los manejadores de ambos clubes. 

Por un lado, Bruce Bochy, aquel legendario mandamás de los Gigantes de San Francisco con tres Series Mundiales (2010, 2012 y 2014), superó con creces a la valía de Dusty Baker, quien, dicho sea de paso, anunció su retiro como mánager.

Sin titubeo, demostró el por qué tiene récord ganador en juegos de eliminación con la decisión de sacar a Max Scherzer, quien después de recibir cuatro hits y dos carreras, se despidió con apenas 2.2 entradas de labor. 

El partido estaba en el alambre 3-2, pero la entrada de Jordan Montgomery los neutralizó por completo al lanzar 2.1 innings con solo tres hits recibidos y el apoyo de un rally de cuatro carreras en la parte alta de la cuarta entrada. 

Bochy y la sapiencia a la hora de dirigir un juego de pelota. Foto: Agencia AP.

Mientras en Texas se aseguraban su pase al Clásico de Otoño tras 12 años de ausencia, los de Arizona viajaban a Filadelfia para dar una cátedra de cómo jugar un séptimo y decisivo juego. 

El proceso de seis años de Torey Lovullo desde su incursión en 2017, quedó ejemplificado con una enorme actuación como mánager durante toda la serie ante Filis de Filadelfia. 

Sí, pudieron recibir una blanqueada y paliza de 10-0 en el segundo de la serie, pero el convencimiento mental de sus pupilos fue vital para remontar de enorme manera. 

Lovullo y una enorme valía de cómo jugar a la pelota de 108 costuras. Foto: Agencia AP.

Con más de cinco bases robadas en los dos últimos juegos, Lovullo decidió regresar a los fundamentos del beisbol con el juego de pelota pequeña y antigua. 

Agresivo en las bases, intentos de toque de pelota, contactos sólidos y colocados con el bate que, en consecuencia, se materializaron en bateo oportuno, fueron las bases para comerse por completo en su propio patio al equipo de Kyle Schwarber, Bryce Harper y Trea Turner, quienes se conjuntaron para una marca de un hit en 11 turnos durante el séptimo cotejo. 

Para la posteridad

Nadie, pero NADIE, se imaginaba una Serie Mundial entre Rangers de Texas y Diamondbacks de Arizona. 

Es increíble la historia que estos dos equipos están escribiendo en este 2023. 

Lo impensado sucedió. 

Los débiles le ganaron la partida a los fuertes. 

Del hundimiento a la gloria. 

Yo ya no sé que sucederá en este Clásico de Otoño, pero qué dicha ver historias así. 

Que gane el mejor. 

Aunque nosotros, como aficionados, ya hemos ganado bastante. 

-El Dugout del Gabo.

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