En el mágico portal de Belén, contemplaremos un nuevo advenimiento del Divino Salvador que nos cubrirá de gracia y… regalos. En medio de la vorágine consumista a cuenta de que a los bolsillos de los trabajadores mexicanos llega más dinero que en años anteriores, he decidido romper la tradición de pedirte juguetes caros o misiones imposibles de cumplir. Tampoco me iré del lado de la supuesta austeridad franciscana, a pesar de que haya sido él el inventor de los nacimientos navideños y de la paciencia sin límites.
Aunque la lana sea capaz de comprar candidatos y elecciones, nuestros hombres y mujeres públicos requieren iluminación en vísperas de un 2024 competido y polarizado como pocos. Qué mejor amigo y compañero en estos momentos previos a las vacaciones que un libro. Por una parte es un contrapeso benéfico a la hora de caminar, si se le porta bajo el sobaco o en una mano; también sirve para equilibrar mesas cojas; es un adorno excelente en las bibliotecas y puede conservar pétalos de flores, separadores, tarjetas y recibos en impecable estado a través de los años. Además, se pueden leer. Claro, si quienes lo reciben tienen tantita voluntad para ello…
Así que, cual dado que soy en el telar de la vida, humilde hebra tejida por tus divinos designios, imploro con fervor la bendita intercesión de tu divina gracia, oh Señor, para que en este oscuro sendero terrenal, tus libros como luz infinita disipen las sombras de la incertidumbre y nos guíen hacia el fulgor de tu eterna misericordia. Ahí te va:
Para Andrés Manuel López Obrador: El otoño del patriarca de Gabriel García Márquez.
Para Claudia Sheinbaum: Grandes esperanzas, Charles Dickens. La esperanza de la grey guinda, como el protagonista de la historia, deberá escoger entre lo genuino y las apariencias…
Para Xóchitl Gálvez: La metamorfosis, Franz Kafka. De niña vendedora de gelatinas, pasando por empresaria de la política, a extraño insecto aupado por una coalición antinatura de partidos…
Para Alito Moreno: Parafraseando a Oliver Sacks, un libro por escribir: El hombre que confundió a su partido con un sombrero…
Para Samuel García: Cuántos libros necesita el buen Samy, además de un curso de política para dummies, dos más: de Faulkner, El ruido y la furia (en lo que resultó su aventura presidencial); y de Sherry Argov, Por qué los hombres aman a las cabronas (no requiere más explicación).
Para Marcelo Ebrard: Un clásico de George Orwell, por supuesto, Rebelión en la granja.
Para Felipe Calderón: Otro clásico: The Savoy Cocktail Book de Harry Craddock, como se editó en los años 30 del siglo pasado, contiene también recetas que se pueden elaborar tras las rejas…
Para Enrique Peña Nieto: Sálvese quien pueda de Jorge Ibargüengoitia, se acaba el sexenio que le cumplió eso de la impunidad…
Para Vicente Fox: No voy a pedirle a nadie que me crea de Juan Pablo Villalobos.
Para Alejandro Gertz Manero: ¿Tiene México fiscal general? Sólo vienen a la mente dos títulos: Cuando la muerte se aproxima de Arnoldo Kraus y La importancia de morir a tiempo de Mario Mendoza. Muy útiles.
Para el General Cresencio Sandoval: La guerra que nos ocultan de Francisco Cruz. Interesante leer el tamaño desproporcionado del ejército de entonces y ver en lo que se ha convertido…
Para Vladimir Putin: Un ejemplar de cuentos de su compatriota León Tolstoi que incluya el relato Cuánta tierra necesita un hombre.
Para Donald Trump: Si viviéramos en un lugar normal de Juan Pablo Villalobos. ¿Un político y empresario transa con un pie en el bote será el próximo presidente de los Estados Unidos?
Para Joe Biden: El viejo y el mar de Ernest Hemigway, ¿tendrá éxito el viejo pescador cuando zarpe nuevamente en su barca?
Para Javier Milei: Pequeño Cerdo Capitalista de Sofía Macías, curso esencial de finanzas personales para sionistas estrafalarios escalable a países desfalcados por dudosas izquierdas.
Para Libia Dennise García: Un cuento de hadas algo banal pero ilustrativo: Barbie como princesa de la isla (azul). Libro Set de regalo acompañado con muñeca y tarjeta rosa.
Para la Dra. Claudia Susana Gómez, flamante nueva rectora de la UG: Una orquesta para todos de Salvador Meza López, con la esperanza de que aprenda cómo funciona una orquesta sinfónica y reconozca en su Universidad el lugar que se ha ganado en los últimos años a punta de trabajo.
Para Lorena Alfaro: Una biografía de la “insumergible Molly Brown”, no se ha dejado enterrar ni echar agua… y va a repetir.
¡Para todos los lectores paciencia, paz, prosperidad, alegría y muchos nuevos libros para el 2024! Nos leemos de vuelta en enero 2024.
Comentarios a mi correo electrónico: panquevadas@gmail.com