Ha transcurrido la primera etapa del proceso electoral rumbo a la gran elección nacional, fueron 60 días de precalentamiento en la disputa por la presidencia nacional, el Congreso, el Senado, 8 gubernaturas, y la jefatura de gobierno de la Ciudad de México. 

Vendrán también las candidaturas para el relevo de 1 mil 803 Ayuntamientos, incluyendo 16 alcaldías y 24 juntas municipales; igualmente, 31 congresos locales, con 1098 diputaciones locales.

En el curso de 5 años, a la llegada de Morena a la Presidencia de la República, se fue conformando un bloque opositor entre tres partidos políticos, dos de la derecha, que habían sido gobierno PRI-PAN, e irónicamente, con el PRD que fue su oposición en la izquierda hasta el 2012.

Por otro lado, el bloque conformado por el Partido Verde, el Partido del Trabajo, y Morena, quienes han crecido hasta gobernar 22 estados, de los 32 que conforman la República Mexicana. Hoy por hoy, son una fuerza política en crecimiento con mayoría en el Senado y en el Congreso nacional. 

El Partido Movimiento Ciudadano, se quedó al margen de los dos bloques en una franja político electoral que, a pesar de gobernar 2 de los estados más importantes del país, como Jalisco y Nuevo León, no han sido parte fundamental del debate nacional, ni de la competencia por el poder. Por sí mismo, no tiene mayor atractivo nacional para el electorado, por ahora solo ha logrado atraer el 6% de la intención de voto.

En estos últimos 5 años, la oposición PRI-PAN ha perdido 24 gubernaturas, 2 con MC, 1 con el PVEM, 1 con el PES, y 20 con Morena. En tres elecciones, la del 18, la del 21 y la del 23, se desplomó el poder creado en 90 años por el PRI y el PAN. La caída ha sido imparable por la falta de respaldo social, pero la reconstrucción del país que dejaron, no se logrará en un sexenio.

Esa caída, se explica por sí misma: el pueblo en el ejercicio de su soberanía, ha decidido modificar la forma de su gobierno, por eso tiene contundencia el discurso obradorista, porque representa el deseo de cambio del pueblo, parece una simpleza, pero cuando 30 millones de adultos deciden por la vía de los votos romper con la inercia política de casi un siglo, no hay nada que detenga el cambio, salvo los votos en contra, pero más del 60% de la población aprueba el gobierno del ciudadano López Obrador, así que la democracia goza de buena salud.

La aprobación ciudadana al Obradorismo, es el entorno en el que se desarrolla este nuevo proceso electoral, y desde luego, favorece la candidatura de la doctora Claudia Sheinbaum. La continuación de la propuesta política y económica con un sentido humano, fraterno, solidario, teniendo como principio ocuparse de la pobreza eliminando el sistema de privilegios, y gobernando para todos, sin dejar de lado el desarrollo y bienestar compartido, ha despertado grandes expectativas en el pueblo, y confianza en los sectores empresariales. Por eso, la intención de voto es sostenida, y alcanza el 63% al cierre de la precampaña, superando a la oposición por dos a uno.

En la casa de enfrente, la ciudadana Xóchitl Gálvez, intenta una proeza por demás estéril, impedir que el sistema de privilegios y corrupción con el que gobernaron durante decenas de años, se caiga sin sepultarlos. Las preferencias electorales le dan un techo de 29% que sube y baja, eso la coloca en una extraña posición, que se explica porque su precampaña no tiene consistencia programática, carece de profundidad política, su imagen es ambigua y confusa para los electores. Me recuerda los peores pasajes en las campañas del PRI con Francisco Labastida (2000), y con Roberto Madrazo (2006). Me apena decirlo, pero su campaña es intrascendente.

El escenario electoral nacional desde luego que impacta de manera directa en el espacio estatal. En el caso de Guanajuato, habrá relevo estatal, y para Morena no es un asunto de trámite. En la Encuesta de Encuestas de POLLS MX para Guanajuato, se promedia los resultados de Áltica, Campaigns & Elections, México, Demoscopia Digital, Electoralia, GobernArte, La Encuesta MX, MetricsMX, México Elige, Poligrama, Rubrum, FactoMétrica, y en su seguimiento de septiembre, al 16 de enero de este año, expone que la coalición del PAN-PRI-PRD, alcanza un 51% de intención de voto, y por la coalición MORENA-PT-VERDE, llega a 42%, y MC 5%.

Las tendencias desde luego pueden cambiar para Morena en el estado de Guanajuato, partiendo del efecto nacional, pero sin una acertada lectura de los avances y las derrotas electorales anteriores (2018, 2021), y sin una atinada conciliación y reformulación de consensos internos, solo seguirán ganando representación proporcional en el Congreso, y al igual en las Alcaldías. Desde luego, existe la posibilidad de ganar aquellos ayuntamientos que abandonarán al PRI; refrendarán Salamanca y Doctor Mora, si tienen reelección; Silao es una interrogante porque se encuentra empatado o empantanado, recordemos que se ganó con una diferencia de 900 votos.

La Senaduría por mayoría no será fácil, el exgobernador Márquez Márquez, ha blindado su aspiración con un listado probado de candidatos a presidentes municipales, diputados locales, y federales. Igualmente, la candidata a gobernadora tiene la ventaja de una estructura político electoral probada, eficaz, y no necesita crecer su votación, solo requiere mantenerla en los parámetros anteriores, que ponen alto el techo electoral para Morena.

Echar las campanas al vuelo en Guanajuato es un error. El PAN cierra la primera etapa con su dream team completo; Morena en Guanajuato camina con lentitud en su selección de candidatos, a pesar de ello, hay una efervescencia natural en el pueblo que entusiasma, que está llamando a cambiar el modelo político y de desarrollo que alimentó la crisis de inseguridad y violencia que se vive todos los días. El PAN se juega su desaparición nacional si pierde Guanajuato; Morena, aún tiene tiempo para tomar las mejores decisiones, pero detenerlas por necedad, o interés malsano de grupos, eso sí sería una tragedia.

Hasta el 1 de marzo iniciarán las campañas oficiales para gobernadores, senadores, diputados federales, y candidatos a la presidencia de la república; el 31 de marzo comenzarán las campañas para ayuntamientos; el 15 de abril las campañas para diputaciones locales. Son 45 días para cuadrar una estrategia electoral compartida, entre los candidatos municipales, estatales y federales, eso implica acompañar la candidatura de la doctora Claudia Sheinbaum con los mejores candidatos. De acuerdo con Mario Delgado, están en plena definición cerca de 20 mil candidaturas a las que aspiran más de 100 mil participantes. 

Rescato de su discurso -en la declaración oficial de la candidatura de la doctora Claudia Sheinbaum para la presidencia de México-, que lo importante “es el encargo no el cargo, y quienes deseen participar deben someterse a la voluntad del pueblo sin sectarismos, sin grupismos, sin caciquismos, sin amiguismos, ni nepotismos. El pueblo manda a través de las encuestas. Nada de que estamos más unidos que nunca hasta que las encuesta nos separe”. El tiempo nos dirá si la congruencia va de la mano con la boca.

Revolcadero. Massive Caller reportó la edición y difusión de dos encuestas para la alcaldía de Celaya, fechadas ambas con el 18 de enero, pero la segunda se publicó el 21 de enero; en la primera favorece a Morena con 46.8%, y el pan pierde con 27.2%, MC tiene 2.3%. En la segunda encuesta, el PAN obtiene 45.0%, Morena 33.8%, MC tiene 4.5%. Hay un margen de dos días entre una y otra, eso es una pifia imperdonable. 

Esos datos quizá han enfebrecido a los militantes del PAN en la Casa del Diezmo, que la utilizan primero como centro de logística partidaria, y ahora como tribunal político de la no tan Santa Inquisición. Esas gruesas paredes de adobe, como dijera Juan Ruiz de Alarcón, “…oyen, Mendo”. Añadiría, y ahora usan smartphone.

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