Lo que está pasando en Chilpancingo son incidentes de suma gravedad: unidades de transporte público -inclusive con pasajeros- atacadas a balazos por el crimen organizado, para obligar a los choferes a pagar derecho de piso.
Resulta increíble que el gobierno estatal de la morenista Evelyn Salgado no pueda darles a los guerrerenses la tranquilidad de ir del trabajo a su casa sin que los maten. Apenas anoche fue baleada otra unidad y salieron heridos tanto el chofer como un pasajero. Y la semana pasada otros cuatro transportistas fueron asesinados y varias camionetas fueron incendiadas.
Y eso que desde el Gobierno federal han apoyado con todo a Salgado, enviándole refuerzos de la Guardia Nacional, el Ejército y la Marina, sin que hasta ahora la gobernadora pueda dar una respuesta firme al desafío de los criminales en la capital de Guerrero.
El colmo, oootra vez, es la alcaldesa morenista Norma Otilia Hernández, que le pide a sus gobernados dejar de lado el miedo y salir tranquilamente a la calle… mientras ella viaja en un camionetón blindado y se reúne a desayunar con narcotraficantes.
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Por lo visto la ayudantía de la Presidencia de la República terminó sustituyendo al Servicio Civil de Carrera o, por lo menos, se convirtió en una gran agencia de colocaciones. Porque justamente de ese cuerpo de asistentes de Palacio Nacional ha salido una larga lista de altos funcionarios gubernamentales.
Esta vez le tocó el premio gordo a Iris Mariana Rodríguez Bello, que si bien fue muy buena estudiante, carece de la experiencia que podría esperarse para un cargo como la Subsecretaría de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos. ¡Casi nada!
En el nivel de la designación se ve la prioridad que tienen esos temas en la Secretaría de Gobernación.
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A ver, a ver, ¿por qué el gobierno de Layda Sansores decidió arrestar a unos jóvenes que participaron en el carnaval de Campeche con una botarga de la morenista?
Según lo que se cuenta por aquellos rumbos, la comparsa representaba a la mandataria y a varios de sus colaboradores, con figuras más bien burdas y desproporcionadas. Hay quienes dicen, inclusive, que detrás del show estaba la alcaldesa emecista, Biby Rabelo, quien trae pleito casado con la mandataria.
Pero, más allá de las disputas políticas, no queda claro cuál sería el delito de hacer mofa de la gobernadora… ¡en un carnaval! Y más cuando Sansores no tiene empacho en usar los canales oficiales para hacerle bullying público a cualquier adversario de la 4T. ‘Ora sí que se lleva… ¡pero no se aguanta!