De las características en la difusión de la información, la inmediatez, pareciera que cuenta con mayor preferencia entre los usuarios de los medios informativos digitales, pero la realidad es que la veracidad debe anteponerse, seguida de la objetividad.
He visto pseudo medios de información que, por tener la primicia de algún acontecimiento, difunde antes de investigar qué ocurrió, además de otorgar información incompleta; justifica esta acción al señalar que “en breve se otorgará mayor información”; en lo personal, me parece poco profesional y ético. Sin mencionar la serie de acciones que violentan datos e identidades de ciudadanos afectados por el simple hecho de que una persona cuenta con un dispositivo móvil y puede acusar o señalar a otro. Lo grave del tema es la repercusión y el odio que posteriormente recibirá el señalado sin que exista una normativa o regulación por parte de ninguna autoridad, y es que no es que desee coartar la libertad de la gente, pero sí concientizarla de la responsabilidad que conlleva hacer pública una situación.
Que complicado para un medio informativo mantenerse ecuánime ante la participación “periodística” que dicen tener ciertos perfiles en las redes, y esto va más allá cuando la colaboración ciudadana y el morbo se unen para otorgar imágenes de algún acontecimiento del cual fueron testigos por casualidad y que sin mayor compromiso hacen uso de la tecnología para dar a conocer lo ocurrido, respaldados “porque están en su derecho”. Si tuvieran la idea de lo que un periodista de renombre ha debido estudiar y conocer sobre temas diversos para no ofender a nadie con lo que decida transmitir, en muchos casos hay años de teoría, práctica y ética.
Considero que un ejercicio que deben efectuar los medios de comunicación es el de verificar si sus colaboradores cuentan al menos con la carrera de periodismo o alguna licenciatura afín. Es importante señalar que existe una ley del ejercicio profesional que debemos cumplir y no ampararnos únicamente en el artículo 6to. constitucional que hace alusión a la libertad de expresión, puesto que hacer periodismo es desempeñar en estricto sensu el ejercicio profesional, y justo es también buscar y recibir información verdadera.
En la actualidad los medios de comunicación se encuentran sumergidos en un ecosistema digital y su quehacer diario, además del informativo, es mantener un perfil alto que otorgue la verdad de los hechos en todo momento, aun cuando la proliferación de información también ha dado lugar a la propagación de noticias falsas sin restricción alguna y en la que la presencia de la inteligencia artificial opaca a personajes públicos con la idea de engañar al usuario. Una realidad de oportunidades y desafíos para los medios tradicionales, en donde el prestigio de cada uno habrá de aportar su experiencia para mantener la ética informativa.
Además de todo lo que un medio informativo prestigioso hace para ser considerado como tal, debe seguir evolucionando con la tecnología para no perderse y seguir vigente, estar actualizado, debe contar con un espacio atractivo, dar juego a la interactividad, otorgar análisis de sus textos e información, contar con columnistas serios, debe mantener su estilo y proponer al mismo tiempo innovación en el contenido y dar juego a la multimedialidad, todo se volvió demasiado complejo sin dejar la responsabilidad y compromiso de comunicar.
Para fortuna de muchos contamos con medios que han reafirmado su compromiso con los principios del periodismo; son imparciales, objetivos veraces en su cobertura informativa, sin improvisaciones, son aquellos que han sabido aprovechar en el mejor de los sentidos del uso de esta palabra las redes para distribuir con la verdad de su contenido en el mundo digital.