Si una rueda con un perímetro de cuatro centímetros se pone en contacto con otra rueda de dos centímetros de perímetro, sabremos que al dar una revolución completa (una vuelta) la primera rueda, la segunda rueda necesariamente dará dos vueltas.  Y si la primera rueda da dos vueltas, la segunda dará cuatro vueltas, etc. 

Este es un resultado elemental de mecánica que cualquier estudiante de educación básica comprende. La posición de las ruedas, o engranes, en un sistema mecánico puede determinarse con total precisión dando la información de los perímetros o de los radios de cada rueda, o el número de dientes de cada engrane, esto es algo ampliamente estudiado en ingeniería mecánica.  Extendiendo este razonamiento podemos pensar en el perímetro de la órbita de la Tierra alrededor del Sol que es de 940 millones de kilómetros. 

Esta trayectoria no es perfectamente circular sino ligeramente elíptica y la distancia promedio de la Tierra al Sol es de 149.59 millones de kilómetros, también sabemos que la Tierra tarda 365.256 días (1 año) en completar cada revolución alrededor del Sol. Podemos obtener datos similares para cualquier planeta o satélite natural de nuestro sistema solar, por ejemplo, la Luna en cada órbita alrededor de la Tierra recorre una distancia de 2,290,000 kilómetros. Con esta información cualquier astrónomo puede realizar los cálculos de mecánica celeste necesarios para predecir la posición exacta de la Tierra y la Luna alrededor del Sol, o la posición de cualquier otro planeta del sistema solar. 

Para la predicción de eclipses se debe de tomar en cuenta el hecho de que las trayectorias no son circulares sino elípticas así como el hecho de que el plano de la trayectoria de cada planeta o satélite, puede estar inclinado con respecto a los demás, por último, para cálculos de eclipses terrestres también se debe de tomar en cuenta el tamaño de nuestro planeta y el hecho de que la Tierra se encuentra rotando sobre su propio eje.  

De este modo tenemos que muchos eclipses de Sol no son observados en la Tierra pues la sombra de la Luna algunas veces no toca a la Tierra, mientras que en muchos otros casos la sombra de la Luna toca a la Tierra pero en diversas partes como África, Asia o los océanos Índico, Atlántico, Pacifico o el Mediterráneo, por ejemplo.

La Agencia Espacial Norteamericana (NASA) dispone de una base de datos gratuita llamada “Five Millennium (-1999 to +3000) Canon of Solar Eclipses Database” en donde se pueden encontrar TODOS los eclipses que han ocurrido desde el año 1999 A.C. y todos los eclipses que ocurrirán hasta el año 3,000 D.C.  

Esta amplitud temporal y precisión es una muestra del rigor y exactitud de los cálculos de mecánica celeste, no hay nada oculto ni mágico en ellos, es simple y pura matemática y mecánica astronómica, similar -en sus principios físicos básicos- a la mecánica utilizada para diseñar la caja de velocidades de un automóvil.  

La base de datos de la NASA mencionada cubre un periodo de 5,000 años en los cuales hay registrados 12,000 eclipses solares. Fuimos afortunados con el eclipse del pasado 8 de abril pues su trayectoria recorrió zonas altamente pobladas desde México hasta Canadá, ya que, en general, es frecuente que muchos eclipses ocurran en zonas deshabitadas o con una densidad demográfica muy baja, como en desiertos, selvas u océanos. El próximo eclipse solar en nuestro país ocurrirá el sábado 30 de marzo de 2052 y su trayectoria pasará sobre las ciudades de Puerto Vallarta, Zacatecas y Ciudad Victoria.

Unos días antes del pasado eclipse del 8 de abril, vi a unas personas colocando moños con listones blancos en los árboles de un boulevard, me detuve para preguntar por qué hacían eso. La respuesta fue que eso era para que los arbolitos no se “eclipsaran” y luego se secaran. 

Con asombro y una enorme sonrisa ante esta respuesta les conteste que si eso fuera cierto entonces debido a los eclipses que han pasado sobre la selva del amazonas a lo largo de miles de años, esta selva debería de estar marcada por líneas de cientos o miles de kilómetros con árboles secos pues nadie ha ido a la selva del amazonas a ponerle moñitos blancos a los árboles. 

No cabe duda que no hay nada más triste y terrible que la ignorancia. ¿Cómo podremos construir un país moderno y de primer mundo si nuestra población no tiene acceso a conocimiento científico sino a ignorancia y supersticiones? 

 

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