A paso lento y a bordo de su bicicleta, con el nombre de México resaltante en el pecho, un bote de agua que refresca y un casco que protege su integridad, Monserrath Rodríguez respira hondo y saluda con afabilidad. Acaba de recorrer 120 kilómetros y el sol, que es poco solidario, orilla al reposo obligatorio debajo del techo que erige uno de los cientos de pequeños kioscos que forman parte del Parque Metropolitano de León.
“Nací en Guadalajara, pero me mudé a León desde los 15 años y, por eso, esta es mi casa desde hace 10”, relata con nostalgia Monserrath, quien antes de volcarse al cien por ciento en el ciclismo de montaña, sintió en carne propia la adrenalina de distintas disciplinas. “Empecé desde chiquita a practicar deporte y estuve en basquetbol, futbol, balonmano, karate y levantamiento de pesas”.
Monserrat Rodríguez competirá en París 2024 este domingo 28 de julio:
- Monserrath Rodríguez en París 2024
- Domingo 28 de julio
- 6:10 am
La historia de Monserrath Rodríguez rumbo a París 2024
Sin alcanzar aún la adolescencia, ‘Monse’, quien aún luce sus inseparables gafas de sol, relata cómo se volcó al cien por ciento en una especialidad que hoy la tiene a menos de 30 días de cristalizar su sueño de infancia.
“En ciclismo probé distintas disciplinas y en algún momento competí en carretera cuando era infantil y también entrené en pista, pero la verdad duré muy poquito y no me llamó la atención y a los ocho años, cuando tuve mi primera competencia, me enamoré por completo del ciclismo de montaña”.
El idilio, que comenzó a construirse hace 17 años, fue impulsado y fortalecido por esa conexión con la naturaleza que persiste y la impulsa a seguir adelante. Sin embargo, no es lo único, pues gracias a la experiencia que fue adquiriendo en cada competición, descubrió que “me gustaba mucho la adrenalina de las bajadas, de lo extremo y eso fue lo que me hizo quedarme definitivamente en montaña”.
En medio de una nueva etapa de vida, donde alcanzó la mayoría de edad, comenzó de lleno su historia de vida en el ciclismo de montaña con la medalla de oro en un Campeonato Panamericano que se llevó a cabo en Colombia.
A partir de ese momento, ya nada la detuvo y hoy, a sus 25 años, en medio de un paisaje que luce perjudicialmente por la sequía de agua que azota a la que es su casa desde hace una década, aprecia y agradece a la vida por los aprendizajes y éxitos que la hacen una atleta de Juegos Olímpicos.
“Recuerdo mucho mi primera carrera en Europa, específicamente en República Checa, donde la cultura fue muy diferente y la competencia ni se diga: el ritmo fue inimaginable y el clima, en aquel entonces, era muy frío y hasta estaba lloviendo”.
Además de participar en sus primeros Juegos Panamericanos en Santiago 2023, Monserrat se exigió al máximo en los últimos tres meses con arduas competencias, donde, gracias a su rendimiento, consiguió su pase a París 2024 por la vía del ranking en ciclismo de montaña, que se correrá en la Colina de Elancourt.
Aquello no la eximió del trabajo duro, pues su rutina en los últimos días consiste en comenzar con un entrenamiento que va desde las cuatro hasta las cinco horas y media en bicicleta. Posterior a ello, se adentra con el trabajo en gimnasio y, por último, en el cierre del día, una sesión meramente técnica en su herramienta de trabajo.
“Entreno mucho más en carretera y para hacer montaña voy a la sierra de Santa Rosa en Guanajuato o a Comanja de Corona y la verdad es que, con el tiempo, he aprendido mucho a disfrutar de todo este proceso”.
‘Monse’, quien demuestra emoción a la hora de recordar ese mensaje de texto que le cambió la vida al confirmarle su asistencia a sus primeros Juegos Olímpicos, ya está en proceso de tener el papeleo pertinente y, acompañada de la felicidad y los buenos deseos de toda su familia, se marchará de México rumbo a París el próximo 22 de julio, con la fe intacta y el compromiso inquebrantable.
Amante de la lectura, de las películas de suspenso, de la música pop y de la carne en su jugo que prueba en casa de sus padres cada que visita su tierra natal de Guadalajara, describe, con sonrisa en rostro, lo que siente de emprender esta única aventura.
“Es muy significativo para mí porque en el sistema de clasificación estuve en desventaja todo el tiempo y bueno, es un logro grandísimo y el inicio de muy buenas cosas. Tengo ya la fortuna de conocer Francia, de conocer su cultura y, en lo deportivo, de conocer la pista, entonces tengo un poco más de seguridad”.
Nerviosa pero motivada, Monserrath Rodríguez está consciente del compromiso que tiene bajo sus hombros con la representación de México dentro de su disciplina, sin embargo, va con la mente puesta en disfrutarlo al cien por ciento y de aprender lo más que se pueda el próximo domingo 28 de julio, que es cuando disputará la competencia de su especialidad.
“Se lo dedico a mi familia, que hemos estado separados por mucho tiempo y cada vez que puedo los visito, son muy importantes para mí, y esto es para ellos”.
Antes de despedirse en el soleado pero ventoso día número 19 del sexto mes del 2024, deja un mensaje para todos aquellos jóvenes que, como ella, buscan cristalizar un sueño.
“Sé que muchas personas lo dicen, pero es una realidad: luchen hasta el final y no se rindan y soy muy fiel a esta frase porque así conseguí mi plaza en la última oportunidad, en el último día. Cumplí mi sueño porque di y lo daré todo hasta el final”.