León, Guanajuato.- La desigualdad, violencia y corrupción se deben trabajar de forma simultánea para resolverlas, solo así se puede mejorar el tejido social.
Esta fue la estrategia que desarrolló Sergio Fajardo Valderrama, durante su mandato como alcalde de Medellín, Colombia, en el periodo 2004-2007.
Fajardo Valderrama fue Gobernador de Antioquia de 2012 a 2015, fue escogido como mejor alcalde y gobernador de ese departamento.
Doctorado en Matemáticas, Fajardo Valderama es académico y forma parte del Faculty of Excellence del Tecnológico de Monterrey.
El empresario Mario Orozco Arenas lo invitó a participar este martes en una charla con la comunidad Tec, en las instalaciones del Centro Impulso, en León.
El académico reconoció que nació en una familia privilegiada, con todas las oportunidades, entre otras escoger su profesión. Detalló que la mayoría nace en una condición en la que se queda el resto de sus días, “ahí está la raíz de las desigualdades de nuestra sociedad.
Esa es parte de mis motivaciones, ninguno de nosotros escoge dónde nacer y nosotros tenemos que enfrentar esas desigualdades y darles un sentido. Esa es mi motivación”.
Desde su vida académica identificó que la educación, ciencia, tecnología, innovación, emprendimiento y cultura, tienen que ser factores fundamentales para construir una sociedad justa.
Recordó que Medellín era calificada como la ciudad más violenta del mundo, en 1991 tenía una tasa de 375 homicidios por cada 100 mil habitantes, una situación inimaginable.
Explicó que se salió de la vida académica para moverse al ámbito público y a la política y hace 25 años cambió de vida. La razón: no le gustaba la estructura de los partidos políticos tradicionales.
“Estábamos cansados de decir ‘hay que hacer’, sabíamos lo que había que hacer y nadie lo hacía”. Expuso que los políticos toman las decisiones más importantes les guste o no. Cuando fue consciente de esta dimensión, generó un movimiento cívico independiente, por fuera de la estructura política para cambiar la ciudad de Medellín y el mundo.
Lecciones
Fajardo Valderrama expuso que cuando empezó en la política, escogió un conjunto de principios que compartía con su equipo: Honestidad, conocimiento, compartir ideales, tener un sentido de la administración del dinero público.
En ese momento, en el 2000, su objetivo fue combatir la desigualdad, violencia y la corrupción.
Advirtió que estas “malezas” vienen desde hace muchos años creciendo en nuestras sociedades por años. “No teníamos un manual, lo fuimos construyendo, físicamente, caminando, recorriendo la ciudad”.
Explicó que la desigualdad es un muro que separa a unas personas de otras, que no todos pueden cruzar para alcanzar las oportunidades.
En ese punto la ilegalidad es la única puerta que está abierta; en México y Colombia esta puerta es grande.
La solución es abrir distintas puertas -oportunidades- para que todos sobrepasen la desigualdad, con educación, para que cada uno construya sus posibilidades. “Un joven de 16 años que no esté en la escuela, es un problema en cualquier lugar”.
Corrupción
Ser corrupto no es normal. El doctor en Matemáticas señaló que este es un problema serio en México y Colombia. “Si nosotros aceptamos que nuestra cultura es ser corruptos, estamos mal”.
Sergio Fajardo Valderrama destacó que para él la corrupción es una enfermedad letal. En términos políticos ha sido una lucha constante. Es uno de los problemas más serios que tienen nuestras sociedades.
La forma en que se llega al poder, así se gobierna. La corrupción empieza en las campañas, con lo que se negocia para ganar una elección”.
Advirtió que la corrupción es un robo muy difícil de explicar, porque no se es consciente de lo que se pierde en infraestructura por el desvío.
Populismo
Un país no llega al populismo por casualidad, la sociedad se harta de la desigualdad, inseguridad, corrupción, se llena el vaso. Cuando un vaso se llena hay cambios en la sociedad.
Fajardo Valderrama explicó que el populismo ofrece soluciones fáciles a problemas complejos, genera autoritarismo, polarización.
El populismo no es de hoy, ni de derecha o izquierda, es una forma de conexión de una persona que se convierte en el pueblo, el mesías. “El populismo va de la mano con la polarización, estás conmigo o contra mí”.
En México pasaron cosas, una sociedad que estaba viendo distintas cosas, el populismo no es un accidente. Si no se reflexiona se queda en discusión”.
El académico señaló que su expectativa es que Claudia Sheinbaum sea una buena presidenta, por su formación como científica.
Por último, señaló que las circunstancias de violencia en México y Colombia son diferentes. “En Colombia pasamos por muchas etapas y hubo personas valiosas que murieron evitando que el mundo de los violentos se apodere de la sociedad. En Colombia hay unión en el país, fue un tema de todos”.
JRL