Quienes tienen preparación académica y política, los expertos en ciencias sociales, los responsables de las grandes empresas del país, los historiadores y todo ciudadano consciente del presente, saben que termina un sexenio controvertido, considerado por muchos como el peor desde José López Portillo.
No hay intelectual de peso que tenga simpatía por lo sucedido, ni de izquierda ni de derecha. Roger Bartra, uno de los pensadores liberales más acreditados de la academia, calificó al presidente López Obrador como un “dirigente populista de derecha” y no de izquierda como se presenta.
Jesús Silva Herzog Márquez, columnista de Reforma y uno de los académicos más sólidos, opinó que “termina el sexenio de la destrucción. Llegamos a las últimas horas de su sexenio con las columnas de la República en ruinas y el destino del gobierno entrante secuestrado por las obsesiones del Presidente saliente”.
Pascal Beltrán del Río, director del periódico Excélsior, hace un listado de las promesas incumplidas, califica el mandato de López Obrador como “un gobierno de mentiras” y precisa con un listado las promesas rotas de su campaña. Entre ellas, la afirmación de que México fue de los países menos afectados por el Covid o que su gobierno no intervendría en las elecciones. La lista es extensa.
Enrique Krauze, historiador heredero intelectual de Octavio Paz, a quien el presidente criticó en más de 400 ocasiones, ha sido una voz crítica constante. Carlos Loret de Mola fue blanco frecuente de la ira presidencial, con López Obrador atacando y revelando sus datos personales. Una violación a la ley de protección de datos.
La lista de voces críticas es amplia: Ciro Gómez Leyva, Carmen Aristegui, José Cárdenas, Ramón Alberto Garza, Alejandro Junco de la Vega y muchos otros testigos de calidad ofrecen sus opiniones fundamentadas en datos.
Hay aspectos que van más allá de las cifras, como la creciente participación militar en asuntos civiles, la reestructuración de infraestructuras médicas como el Seguro Popular o la cancelación del proyecto aeroportuario en Texcoco. La reciente tensión con el Poder Judicial genera preocupaciones sobre la estabilidad política y económica en el futuro cercano.
Un punto grave que cargará en su memoria es el caso de los 43 estudiantes desaparecidos, donde no se cumplieron las expectativas de los padres. De manera similar, las demandas de madres de desaparecidos y padres de niños con cáncer fueron un insulto a la moral pública.
Estos temas serán objeto de análisis histórico detallado. Habrá libros, ensayos profundos, recuento de logros y desafíos; habrá una discusión que durará años sobre el legado de Andrés Manuel López Obrador y las razones detrás de sus decisiones y cambios de postura. ¿Qué lo motivó a cambiar en 180 grados sus promesas?
Los historiadores analizarán este período con lujo de detalle; los ciudadanos debemos seguir adelante buscando la objetividad y comprensión de la historia, más que llevarnos la bilis y resentimientos del mandatario.
Ahora, es momento de brindar apoyo a la nueva presidenta Claudia Sheinbaum. Deseamos su éxito. Esperamos que pueda destacar entre los presidentes que ha tenido el país. Ella tiene el potencial de superar las expectativas si logra unir a la Nación. Imaginemos el éxito si mejora la seguridad anhelada y el crecimiento indispensable para todos. Pero sobre eso hay mucho que escribir. El futuro puede ser prometedor si trabajamos juntos por él.