Tengo la seguridad de que en el curso de breves años elevaremos el estándar de vida del cubano superior al de Estados Unidos y del de Rusia”.
Fidel Castro, 16 de Febrero de 1959.
Cuba vive de la caridad de Venezuela, México y también de Estados Unidos. Aunque parezca increíble, el mencionado “bloqueo” al gobierno comunista no incluye apoyo en medicinas y alimentos que proveen alivio en tiempos de crisis como la del apagón de hace 10 días o el azote de huracanes.
México “vende” 20 mil barriles diarios de petróleo a Cuba, según información de la agencia Reuters. Sin esa energía la isla estaría peor. Venezuela exportó 55 mil barriles diarios en apoyo al régimen comunista. Con lo que produce Cuba, unos 40 mil barriles diarios, casi completan sus necesidades.
México es rehén de la dictadura. Cuba no tiene dinero para pagarle a Pemex o a cualquier intermediaria que use la paraestatal. La petrolera está quebrada y endeudada con “bonistas” nacionales y extranjeros. Para los mercados internacionales resulta absurdo que entreguemos petróleo a cambio de nada cuando debemos tanto.
Según el experto cubano Jorge Piñón, de la Universidad de Texas, Cuba no tiene forma de pagar. Por más que exploran cómo hacer trueque de los 500 millones de dólares anuales que México le entrega en crudo, no hay forma. Por más doctores que envíen a México, al precio de 100 mil pesos mensuales, las cuentas nunca saldrán.
El otro hilo del que se cuelga Cuba es Venezuela. Si Maduro cae, seguro que se terminaría el subsidio venezolano que representa el 8% de su producción. El gobierno comunista no tendría salida con su modelo fracasado. Si para México resulta oneroso dar a Cuba el 1.5% de su producción, para Venezuela significa un hueco en sus cuentas. El país bolivariano también está en quiebra.
Rusia tiene las manos llenas de problemas con su invasión a Ucrania. Cada día que pase será más difícil que Cuba reciba algo de Putin. Con sólo 40 mil barriles, un tercio de sus necesidades, el régimen comunista no podría sostenerse ni un mes.
Especialistas en política exterior, sugieren que Estados Unidos debe apoyar a Cuba limitando el “embargo” impuesto desde 1962, porque la emigración tras un estallido social en la isla sería un problema. También para México resulta un problema el tránsito de cubanos por el territorio desde Nicaragua, a donde pueden llegar sin visado.
El argumento en contra es que Cuba nunca tendrá suficiente ayuda porque produce casi nada, hay mucha corrupción y su futuro es nunca pagar. Después del último gran apagón se secarán sus fuentes de ingreso turístico. Dependerá más que nunca de las remesas que envían los expatriados. Por donde se le vea, la única solución es el fin de la dictadura. Lo extraño es que al gobierno de México parece gustarle más un pueblo mendicante al que ayudar por razones ideológicas, que influir para la liberación de un pueblo esclavizado.
Ahora que el país se dirige al autoritarismo sin sentido, podemos ver el resultado en otros lugares. Cuba y Venezuela son muestra. La izquierda tropical sólo trae desgracias. Hay señales de que vamos a ir mal con los cambios a la Constitución, pero ese será el tema siguiente con otra perspectiva.