El pasado treinta de octubre investigadores de la Universidad de Sídney en Australia, publicaron un interesante artículo sobre el Teorema del Chimpancé Finito (ver: Stephen Woodcock, Jay Falletta, “A numerical evaluation of the Finite Monkeys Theorem”, Franklin Open, 2024; 100171). 

Este teorema es un experimento mental útil para explorar conceptos de azar y probabilidad y consiste en analizar la siguiente pregunta: ¿Cuánto tiempo le tomaría a un chimpancé escribir las obras completas de Shakespeare mecanografiando teclas al azar?

El resultado obtenido por los investigadores muestra que lograr esto tomaría más tiempo que el tiempo de vida del universo. Ellos tomaron en cuenta el hecho de que nuestro universo no es infinito sino finito. 

Por otra parte, el “Teorema Infinito del Chimpancé” considera límites infinitos, es decir, un número infinito de chimpancés que trabajan durante un periodo infinito de tiempo.

Los investigadores australianos consideraron la probabilidad de que un conjunto ordenado de letras sean mecanografiadas por un número finito de chimpancés durante un tiempo finito limitado por el tiempo de vida del universo. Partieron de la suposición de que el teclado tiene treinta teclas para el alfabeto y los signos de puntuación.

También consideraron el caso de un único chimpancé, aunque también hicieron sus cálculos considerando la población total de chimpancés del planeta calculada en unos doscientos mil integrantes.  Finalmente, también se consideró que se teclea una tecla cada segundo durante 10’100 años (es decir: un 1 seguido de 100 ceros). 

Los resultados muestran que es posible (con probabilidad de 5%) que un único chimpancé tecleé la palabra “banana” a lo largo de su vida. Sin embargo, aún tomando en cuenta la totalidad de chimpancés existentes simultáneamente trabajando, se concluye que escribir las 884,647 palabras de las obras de Shakespeare no sería posible antes de que concluya la vida de nuestro universo.  Los autores del artículo añade, con cierto sarcasmo, que aun incrementando la rapidez de escritura y el número de chimpancés simultáneamente trabajando, difícilmente se podría reproducir una obra no trivial.

Podemos especular que, en esta era de inteligencia artificial, probablemente los resultados obtenidos para el teorema del chimpancé finito y el teorema del chimpancé infinito, estimulen la investigación sobre la naturaleza y el origen de la creatividad y su relación con la conciencia.

 

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