Gabriel Zermeño, vicepresidente de obra privada de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), destacó que la Cámara se está metiendo a un ritmo dinámico en el tema de la inteligencia artificial aplicada a la construcción.
“La IA es infinita, no tiene límites, y en la CMIC la estamos aplicando mediante el control de datos e información, internamente tenemos estadísticas de rendimientos de mano de obra, todo lo subimos a un sistema que nos permite conocer costos de mano de obra, metros cuadrados y los materiales que hay que utilizar”.
Destacó que al final eso es IA porque la computadora hace todo lo que antes se hacía a mano, como las tarjetas y rendimiento.
“Todo se hacía a mano y había mil gentes haciéndolas, ahora una persona con una computadora puede hacer la licitación de una gran obra usando las bases de datos que están en la red o en la nube”.
El vicepresidente de obra privada destacó que la CMIC tiene información de estándares de rendimientos donde se puede costear una obra.
“También está el sistema Bim que tiene mucha tecnología y en el que se puede modular un edificio de manera exacta y precisa, cuantificar distancias de recorridos para calcular costos y problemáticas que pudiera haber y que se liga al tema estructural”.
Añadió que ese sistema también permite eficientizar los recorridos para disminuir materiales y también se puede modular para generar energía solar de forma eficiente.
“La verdad es algo que tenemos que hacer en la CMIC y ya estamos trabajando en ello, estamos preocupados y ocupados, además de que hay mucha gente interesada en el tema, entre ellos algunos proveedores que nos muestran sus tecnologías y como constructores ya las estamos demandando porque el cliente también las pide”.
Gabriel Zermeño comentó que la CMIC se está metiendo a la IA de forma natural, ya que cuentan con sistemas de computación para llevar control de costos y otras cosas referentes a la tecnología.
“Por ahora es complejo que un robot construya un edificio, pero hay uno que suelta mezcla y hace paredes, aunque al final del día tiene que haber una mano fina que arregle los acabados irregulares, en México todavía no hay una máquina de esas, pero seguramente llegará cada vez más perfeccionado”, dijo el vicepresidente de obra privada de la CMIC.