Celaya, Guanajuato.- Dada la guerra entre Rusia y Ucrania, el Episcopado Mexicano hace un llamado para orar por la paz del mundo, señaló Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, obispo de la Diócesis de Celaya.
“El Episcopado Mexicano nos pidió que urgentemente, este domingo, pidiéramos por la paz, pensamos que los esfuerzos del diálogo diplomáticos se iban a contener en la invasión de Ucrania, lamentablemente no fue así y ya vimos que comenzó lo que hoy llamamos una guerra y sabemos que los estragos son desastrosos en los niveles de economia, educación de muerte; ya se contabilizan más de 200 muertos, más los desplazamientos, la separación de familias que unos pueden salir y otros no, y esto habla de lo que podríamos llamar un desastre humanitario”, externó el Obispo.
Por lo que se sumó al exhorto que hizo el papa Francisco, de hacer ayuno y oración el próximo Miércoles de Ceniza.
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“Lo que podemos ofrecer como Iglesia es nuestra oración y pedir a Dios la conversión de los corazones, porque cada día se hace más grande el odio y va contaminando más, y es lo que no queremos, que se busque la resolución de los problemas de otra manera, no con guerra y conflicto, apostar al armamento, porque se puede hacer exponencial y puede afectar a todos”, expresó el Obispo.
Externó que este conflicto no es ajeno a nosotros y es una enseñanza para todos nosotros, pues debemos aprender a vivir en paz, sin divisiones, odios ni confrontaciones.
“Queremos vivir en paz, que nuestros políticos entiendan que queremos vivir en paz, de verdad, a nosotros no nos interesa la guerra, no nos interesa matarnos, y que busquen estrategias ellos para que entre los pueblos se dé la convivencia, el respeto; realmente lo que dicen con palabras lo hagan con acciones”. exhortó.
Por su parte, el obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, externó que lo que los mexicanos pueden hacer desde su casa es buscar la paz en sus corazones.
“Recuerdo aquí alguna vez a la madre Teresa de Calcuta, que tanto luchaba contra la pobreza, contra la injusticia. Ya muy ancianita, a la madre Teresa de Calcuta le preguntaban así, como irónicamente: “Oiga, usted se ha entregado y ha hecho todo, y ¿usted cree que haya disminuido el hambre o que haya disminuido la injusticia o que haya quitado las guerras?”. Y ella decía: “Mi objetivo nunca fue quitar la guerra o nunca fue quitar el hambre, mi objetivo es poner una pequeña gotita que pueda aportar a la paz””, recordó.
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Mencionó que es responsabilidad de cada uno de nosotros aportar a la paz, porque los conflictos internacionales tienen consecuencias a nivel personal.
Una gotita en el océano
“¿Y yo qué puedo hacer en este ámbito donde hay más hambre, hay más guerra, donde hay más injusticia?, ¿qué puedo hacer yo?, aunque sea (se puede aportar con) una gotita en el océano, que implica un compromiso grande de cada uno de nosotros. No vamos a cambiar al mundo, pero sí podemos aportar a la paz”, agregó el Obispo de la Diócesis de Irapuato.
JATR