Una de las principales preocupaciones que tiene el Albergue ABBA para la atención de la población migrante infantil que llega a Celaya es proteger sus derechos para garantizar su bienestar.
Abril Martínez, psicóloga del albergue desde hace 6 años, señala que la niñez migrante es un tema muy especial porque se enfrentan a casos de niños que vienen vulnerables en sus derechos desde su país de origen, porque no cuentan con una alimentación adecuada, no tienen oportunidades de estudio, incluso muchas veces su integridad está en riesgo y por ello las familias toman a sus niños y migran en busca de un mejor futuro; y en otros casos los niños migran solos.
En ABBA buscamos el desarrollo de los niños y su bienestar, justamente garantizando toda la gama tanto de derechos humanos como de derechos de la niñez, pues cualquier país está obligado a garantizarles los derechos a los niños, y nosotros trabajamos en ese margen para que sus derechos se les hagan validos”, señala.
Los niños en el albergue reciben una atención psicológica para ayudarles en la parte emocional, porque saben que son niños que se desprenden de su familia, de su cultura, de sus amigos, y llegan a un país en donde no conocen a nadie y donde muchas veces se les discrimina por ser migrantes.
Así también el albergue les brinda atención legal, “los apoyamos legalmente y trabajamos con las familias para que puedan acceder a una visa con razones humanitarias lo que les garantiza una CURP, para que reciban servicios de salud, educación y otros más”.
Abril destaca que en ABBA tienen muy claro que la atención que deben brindar a los migrantes no es solamente de suplir la necesidad básica, como alimentarlos, darles un lugar para descansar y bañarse, para después partir, sino garantizar una atención integral.
Justamente nosotros en ABBA estamos implementando y queremos especializarnos en una atención totalmente integral, donde abarquemos todos los esquemas del desarrollo del niño, de la adolescencia, de las familias, de la mujer, y que podamos garantizar esta gama de atenciones para que su desarrollo sea el óptimo”, explica.
En ABBA han atendido casos de pequeños que han requerido una atención de estancia mayor, por ejemplo cuando alguno de sus padres, por quien vienen acompañados, sufre algún accidente y no pueden seguir.
Además de la atención urgente que requieren los padres, los niños llegan con muchas necesidades y en ellas también se enfoca el albergue.
“Primero atendemos lo físico, incluso el esquema de vacunación es un tema súper importante, porque en su país no hay vacunas y aquí vemos cuáles podemos brindarles, entonces evaluamos el caso completo para que los niños accedan a sus derechos.
Empiezan a comer bien, a ser menos enfermizos, simplemente la alimentación hace que cambie el carácter del niño, porque es un niño que se siente bien, que tiene energía, porque ya duerme en una cama, ya se siente seguro y protegido; y el niño va desarrollándose sanamente”, agrega.
Finalmente comparte que en ABBA se busca aminorar un poco las necesidades de la infancia migrante y brindarles herramientas para enfrentarse a la realidad cuando salen del albergue. Y aconseja “Ser como niños, que son como unas plantitas y en cualquier lado florecen mientras les des el agua y los estés regando y los estés cuidando, pues crecen y crecen con fuerza. Si nos preocupáramos desde que está chiquita esa plantita y no querer cambiarla cuando ya está grande; si todos cuidáramos así la niñez sería diferente nuestro mundo”.
MGL