Como estudiante, Nayelli Ramírez Segovia era una chica inquieta que gustaba de hacer muchas actividades, pero por ninguna se comprometía; la gente a su alrededor dudaba incluso que terminara una carrera profesional. “Búscate un buen hombre que te mantenga y cásate”, le aconsejaban.
Eso se me quedó muy grabado y dije no, yo tengo otras posibilidades y me prometo que voy a ser una persona a la que la gente reconozca por su trabajo, y tengo que llegar a influir en la vida de otras mujeres que igual que yo reciben este mensaje”, recuerda.
Nayelli concluyó su licenciatura, realizó una maestría y un doctorado, se casó y formó una familia con dos hijos, y hoy dirige una de las instituciones más prestigiadas en la región.
La doctora se siente orgullosa de sus logros, porque además del esfuerzo para llegar a ellos, sabe que puede ser ejemplo para otras mujeres.
Y quizá lo que no contemplaban quienes dudaban entonces de su capacidad, era que Nayelli nació en una familia de mujeres fuertes, que solas sacaron adelante a sus familias; su abuela y su bisabuela en algún momento se hicieron cargo de 17 pequeños, trabajaron y llevaron sustento, pero sobre todo le dieron un gran ejemplo. Su madre, mujer trabajadora también, puede estar orgullosa de que sus tres hijos son profesionales destacados.
Siempre he dicho que soy una mujer fuerte porque me criaron mujeres todavía más fuertes”, reconoce.
Pionera en el cargo
Nayelli es la primera mujer en dirigir el Tecnológico Nacional de México campus Roque, institución que en 2026 cumplirá 100 años.
En sus instalaciones hace poco más de una semana se presentó el programa de la Agenda Estratégica para el Campo, evento que reunió a directivos de instituciones agropecuarias de todo el país.
La fotografía oficial de este evento hace sentir un orgullo especial a la directora, porque entre 11 hombres, una mujer aparece al centro, es una mujer quien lidera.
Creo que hoy las mujeres estamos tomando liderazgos, estamos comprometidas, pero lo más importante que quiero reconocer es que los hombres están aceptando y respetando, y sumándose al equipo”, señala.
Nayelli se dice orgullosa de cada uno de los días que ha tenido que enfrentar para demostrar que tiene la capacidad y que está lo suficientemente preparada para tomar las decisiones que pueden mover a una comunidad, “estoy comprometida, pero sobre todo, tengo mi corazón puesto en ello”, externa.
La líder de esta institución tecnológica con corazón agropecuario, conoce bien el papel de la mujer en el campo a través de los últimos cien años, y se alegra de que ahora el trabajo de ellas pueda ser desde la investigación y el liderazgo. Afirma convencida que la mujer del 2023 tiene como límite el cielo para soñar.
Tenemos entusiasmo, tenemos mucho corazón y lo más importante es que estamos decididas a marcar el cambio, hoy las invito a trabajar por sus sueños, el cielo es el límite, podemos lograr todo lo que nos propongamos”, afirma.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, exhorta: “Hagámosle honor y justicia a todas las mujeres que hace muchos años trabajaron y lucharon porque hoy cualquiera de nosotras tengamos un espacio”.
MGL
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