Celaya, Guanajuato.- Con la promesa de siempre regresar a casa, la policía Marisol Rentería le pide a su hija que no tenga miedo, ya que saldrá a brindar seguridad a los celayenses.

“A veces me llega a decir que le da miedo, pero le digo que se sienta con la seguridad de que yo siempre voy a regresar a casa. Es una perseverancia el hecho de seguir día a día y ella es un aliciente de decir tengo que llegar a casa porque ella me espera, soy su pilar y no veo a mi hija sin mí”, compartió en entrevista con AM.

Marisol Rentería es una policía celayense que trabaja en la ciudad más peligrosa para ejercer dicha profesión en el país, sin embargo su vocación está más allá del miedo. 

No cualquiera toma esta decisión de no nada más brindarle la seguridad a tu familia, sino a muchas personas más. Me gusta ayudar a los demás y el hecho de querer protegerlos, y por mi hija porque quiero que ella crezca en un municipio tranquilo”, afirmó.

La agente es mamá de una niña de 11 años y desde hace tres entró a las filas de la corporación, hoy forma parte de la Policía Turística y Comercial de Celaya. 

“Es una cuestión de disciplina, sobre todo porque  todo lo tenemos que hacer en tiempo y forma y si no me organizo en mis tiempos, no me permite cumplir con ese rol de mamá”, dijo.

Todos los días, Marisol sale de casa antes de las 7 de la mañana para cumplir con su labor y regresa en la noche para convivir con su hija

Hay dos pilares importantes que han sido de gran apoyo para mí, que son mi mamá y el papá de mi hija”, destacó. 

Lo más difícil de ser policía y mamá, aseguró Marisol, es organizar su tiempo.

“Yo quisiera realmente compartir el 100 % del tiempo con mi hija, pero también está mi vocación que me demanda mucho tiempo”, mencionó.

El 29 de marzo, Marisol Rentería auxilió a una mujer que sufrió una crisis de pánico durante la Procesión del Silencio, y al regresar a casa su hija ya había visto el video de cómo brindó los primeros auxilios.

Sé que está orgullosa… Me llegó un mensaje de mi hija diciéndome que ya era famosa y vi que en uno de sus estados (de redes sociales) puso que yo era su mamá y fue demostrarme que está orgullosa”, resaltó la oficial.

La Policía Turística y Comercial está conformada por 13 mujeres, 12 son mamás y por eso hay una mayor fraternidad en la corporación.

Marisol pidió a las mamás formar buenos ciudadanos y fomentar buenos valores y costumbres para que se desarrollen en una mejor ciudad. 

“Es algo (la violencia contra policías) que aprendemos a vivir, porque realmente se vive en muchas partes del mundo y al final nadie tiene la vida comprada. Me siento orgullosa del papel que desempeño, aportando con este pequeño grano de arena que es brindando seguridad, es difícil, pero cuando amas lo que haces ya no se convierte en un trabajo, sino que realmente lo haces con gusto”, finalizó.

AM

 

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