Celaya, Guanajuato.- El obispo Víctor Alejandro Aguilar Ledesma pidió que toda Celaya se una con sinergias para procurar la paz y que la ciudad deje de ser un foco rojo en el que “casi ya no se puede vivir”, ya que considera que estamos en un momento para “recuperar algo o perder todo”.
Este mensaje fue dirigido a autoridades, sociedad civil, académicos y distintas expresiones religiosas en medio de la violencia que se vive en el municipio.
Además de orar, vayamos creando sinergias para procurar que nuestra paz, que está muy debilitada, diluida, pegada con alfileres, sea una paz más duradera, estable, sobre todo que no solo sea de percepción, sino que la gente realmente se sienta segura para transitar, convivir y comer con su familia en un restaurante, poder pararse en un puesto de tacos, viajar en las carreteras con seguridad sin ser atracados”, comentó.
El Obispo declaró que, si bien la gran responsabilidad de hacer justicia le corresponde a los gobiernos, el contexto actual requiere de todos.
“Creo que estamos en un momento crucial en el que estamos a punto de, o perdemos todo o podemos recuperar algo, quedan todavía muchas cosas pendientes, no podemos solamente responsabilizar a las autoridades civiles”, añadió.
El prelado lamentó que actualmente la ciudad no pueda garantizar ni siquiera la realización de un torneo de futbol, como pasó con el Premundial Sub-20 de la Concacaf.
Todo se va y esto genera más pobreza, más delincuencia y una inestabilidad emocional en las personas que viven en un pánico continuo, y que les pediría a todos que no nos vayamos a acostumbrar a vivir así, queremos un municipio en paz”, dijo.
Aguilar Ledesma enfocó su mensaje en que espera que podamos recuperar el clima de paz y armonía con la colaboración de todos.
“Para que Celaya deje de ser un foco rojo, donde casi ya no se puede vivir, por la extorsión, por la inseguridad en las calles, por la delincuencia, por el narcomenudeo, por tantas situaciones que hemos visto”, lamentó.
Finalmente, volvió a enviar un mensaje de clemencia a las personas que han violentado la tranquilidad de la ciudad.
Es necesario que se invite a nuestros hermanos que no dejan de causar este daño, este flagelo en la sociedad, que tengan tantita sensibilidad y que respeten a las personas, fundamentalmente muchos niños, menores de edad, que no tienen nada que ver en estos problemas de adultos”, concluyó.
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