Celaya, Guanajuato.- A más de un mes desde que comenzó la revisión de armas de la Policía Municipal y la Guardia Nacional asumió la seguridad pública de Celaya, el alcalde Javier Mendoza Márquez aseguró que desconoce cuándo finalizará el proceso y si los agentes municipales regresarán a las calles antes de que termine su administración.
“No tengo todavía ninguna respuesta. No he tenido la oportunidad de hablar con el general de la zona militar para que me informe, pero es un trámite que lleva tiempo porque tiene que pasar (…) está en manos del Ejército y la Sedena”, declaró.
El 21 de agosto, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) inició la revisión de armas de la Policía Municipal y, un día después, la Guardia Nacional tomó el control de la seguridad pública en Celaya.
Desde entonces, se han registrado 84 asesinatos y 26 lesionados, según el conteo diario realizado por AM, lo que representa un aumento en comparación con el promedio de los primeros siete meses del año.
“Sí, se han incrementado lamentablemente, pero espero a ver qué noticias nos tiene la Guardia. Están haciendo su trabajo y corresponde a ellos dar resultados. Espero que con el tiempo se puedan ir viendo mejores resultados”, agregó el Presidente Municipal.
Javier Mendoza señaló que el 21 de agosto conversó con los generales del Ejército Mexicano, quienes le aseguraron que la intervención sería “transitoria” mientras se realizaba la revisión, aunque no reveló el número de armas que posee la corporación.
El Alcalde indicó que no sabe si la revisión de armas concluirá antes de finalizar su administración, el próximo 10 de octubre, pero reconoció que es complicado a 17 días de que termine su gobierno.
No sabría decirles, eso depende y está en manos de la Guardia. Yo veo complicado, pero hay que esperar; la cancha no está en nosotros. Estamos precisamente en espera de que nos den información”, comentó.
Mendoza descartó que haya habido renuncias entre los policías municipales durante los 32 días que lleva la revisión de armas.
“Este es un trabajo de rutina, no fue una cuestión coyuntural. Es parte de los procesos que tiene facultad la Sedena. No somos la excepción, y los policías no están acuartelados; están haciendo trabajos administrativos o de otra índole. Tenemos que adecuarnos a la circunstancia. No estamos acostumbrados a eso; fue un caso único en lo particular. En el caso de Celaya, fue una excepción”, concluyó.
LALC