Celaya, Guanajuato.- Como la peor tragedia en la historia contemporánea de la ciudad recordó el cronista municipal, Fernando Amate, las explosiones del “domingo negro”, ocurridas el 26 de septiembre de 1999.
Ese día explotó un depósito de fuegos artificiales y pólvora almacenados ilegalmente en la “Abarrotera Celaya”, antes ubicada en la calle Antonio Plaza; más de 70 personas murieron y al menos 350 quedaron heridas.
A 25 años de la tragedia Fernando Amate afirmó que esta marcó no solo al municipio de Celaya sino también a sus habitantes, de los que algunos todavía luchan con las secuelas.
El domingo 26 de septiembre de 1999 queda marcado en la crónica del Celaya contemporáneo como una de las más grandes tragedias que hayamos sufrido los celayenses. Ese día explotó una bodega, hubo dos explosiones de gran magnitud; la primera de ellas trajo consigo víctimas fatales, pero de mucho mayor relevancia la segunda, en donde desgraciadamente se vino a engrosar la situación”, recordó.
Desde entonces en Celaya se prohíbe estrictamente vender y quemar pirotecnia, sin embargo en fiestas patronales, patrias y decembrinas se continúa haciendo uso de ella.
“Debemos recordar que en Celaya hay veda y esta veda no se ha quitado, esta veda es un señalamiento de la autoridad que prohíbe estrictamente tronar pirotecnia.
“El llamado de hoy y de siempre es a que evitemos utilizar pirotecnia, sean fiestas patronales, sean fiestas patrias, que recordemos que como buenos ciudadanos tenemos que ser gente obediente de la ley, ley que a través de una veda que ya tiene vigencia desde hace muchos años debe de estar presente”, comentó el cronista.
A los jóvenes celayenses que por su edad no recuerdan o no conocen esta tragedia, les dirigió un mensaje:
Jóvenes celayenses, niños celayenses: hace 25 años Celaya sufrió la peor tragedia en su historia contemporánea, más de 70 celayenses perdieron la vida, más de 300 resultaron heridos y esto fue terrible.
“Este es un acontecimiento del que sus papás, sus abuelos, el cronista, les pueden platicar, pero no les platicamos por el morbo, no les platicamos como una simple noticia, les platicamos como un recordatorio espantoso; hubo gente que perdió los brazos, que perdió las piernas y que a la fecha todavía sobrevive, ¡imaginemos la calidad de vida!”, dijo.
Entre las víctimas del domingo negro hubo rescatistas fallecidos o heridos, uno de ellos, Jorge Aguirre, quien ahora tiene 31 años de servicio y es capitán del Heroico Cuerpo de Bomberos de Celaya.
Hace 25 años acudió a cumplir con su deber a la zona de la explosión.
“Estaba yo de guardia, de hecho fuimos la primera unidad en arribar al incidente, fue realmente muy poco lo que pudimos hacer, resulté lesionado y mis compañeros que iban en la unidad también.
“Estuve internado 28 días, realmente ya no contaban conmigo, los médicos habían dicho que ya no había nada que hacer sin embargo logré sobrevivir. Tuve múltiples lesiones, hubo descalabradas, perforación en el tímpano, me hicieron un injerto en el tímpano, desprendimiento facial, fractura expuesta de clavícula, fractura de tres costillas, desprendimiento de piel, del miembro inferior izquierdo y quemaduras de segundo y tercer grado en el 32% del cuerpo”, contó.
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