Celaya, Guanajuato.- El local donde se encontraba la Abarrotera Celaya, escenario de las explosiones de 1999, podría convertirse en un memorial para las víctimas, informó el abogado Juan Martínez, quien señaló que ya han tenido acercamientos con las autoridades electas para concretar el proyecto.

Vamos a hacer trámites con la próxima administración municipal para comprar el local y poner un memorial. Vamos a hacer gestiones desde el Movimiento Ciudadano Celayense para hacerlo; creemos que se puede lograr porque ha habido muchas intenciones de hacerlo, y hasta la fecha no se ha hecho”, explicó.

Hace unos días, se cumplieron 25 años de las explosiones del 26 de septiembre de 1999, provocadas por el almacenamiento ilegal de pólvora en una bodega ubicada en el Mercado de Abastos. Desde esa fecha, Juan Martínez fue fundador del Movimiento Ciudadano Celayense para apoyar a las víctimas. A pesar de los intentos por habilitar un memorial en la zona cero, el proyecto no se ha concretado.

Actualmente, el lugar donde se encontraba la Abarrotera Celaya, sobre la calle Antonio Plaza, luce cerrado, ya que era un negocio dedicado a la venta de desechables y botanas.

Juan Martínez explicó que buscarán hacer un avalúo del lugar para iniciar las negociaciones y habilitar el sitio como un memorial, donde los deudos puedan acudir a recordar a sus seres queridos y crear conciencia sobre los peligros de la pirotecnia.

El abogado aseguró que, a 25 años del trágico evento, no ha habido justicia para las víctimas.

“Han sido 25 años sin justicia. No hubo pago de reparación del daño para los afectados por las explosiones, los deudos y familiares de quienes murieron, y los lesionados. Hubo quienes sufrieron daños de 15 mil a 150 mil pesos, y no hubo pago por parte del Juzgado Quinto de Distrito, que llevó el asunto, a pesar de que hubo una sentencia condenatoria que no se ejecutó”, dijo.

A pesar de que las cifras oficiales señalan que hubo 72 personas fallecidas y más de 350 heridos, Juan Martínez afirmó que el número de víctimas mortales fue superior a 100, ya que varios fallecieron en otros municipios, como Querétaro y Salamanca, pero no se integraron a la lista oficial de decesos.

“Había permisos para que vendieran 10 kilos de juegos pirotécnicos, pero estallaron cuatro toneladas de pólvora. Uno o dos meses antes, ya se habían incendiado, y había el antecedente de que se vendía mucho juego pirotécnico. No hicieron caso y lo siguieron permitiendo. Dos inspectores de Fiscalización se hicieron responsables y estuvieron presos, pero duraron muy poco”, mencionó.

AM

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